Modernidad y posmodernidad
DANIEL INNERARITY
La filosofía contemporánea se ha convertido en una reflexión sobre la modernidad. Hasta tal punto esto es así que la tarea de hacer filosofía hoyresulta inseparable de la consideración de su propia situación histórica. La filosofía ha sido siempre una cierta reflexión sobre sí misma; pero actualmente esta justificación de sí misma se haconvertido en su cometido fundamental. Desde los que consideran que asistimos a una auténtica «revuelta contra la modernidad» (LIPSET), hasta los que la definen como un «proyecto inacabado» (HABERMAS), todoson balances, críticas y revisiones. Se trata de una reflexión que, por lo general, no se satisface con correcciones parciales, ni se resuelve en la formulación de nuevos sincretismos, sino que atañe alnúcleo mismo del espíritu que ha animado, durante varios siglos, a eso que llamamos, no sin una cierta vaguedad, filosofía moderna. La radicalidad con que se presentan los actuales análisis de lamodernidad exige un tratamiento que deslinde lo programático de lo coyuntural, el impulso esencial de sus formulaciones concretas. Por esta razón se ha de reducir la filosofía moderna a sus rasgos másdefiní torios y reproducir las líneas básicas de su evolución, virtual o efectiva. La perspectiva histórica, tan necesaria para establecer juicios de valor, nos permite ya obtener algún tipo deconclusiones sobre una etapa de la cultura occidental que ha dejado de ser proyecto y posibilidad para convertirse en pasado de la filosofía.
1. Teoría y praxis de la modernidad. Debido a su situaciónhistórica, la modernidad ha sido generalmente entendida como un proceso de mundanización o seculariza105
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ción. La repentina aparición de los humanismos renacentistas, larecuperación del materialismo griego y las posibilidades de dominio sobre el mundo que abrió la ciencia positiva hablan en favor de esta interpretación del mundo moderno como una toma de conciencia de su...
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