Monografia

Introducción

La noción excepción cultural establece que los Estados deben intervenir para proteger su patrimonio cultural, ya sea a través de subvenciones o de cuotas de importación aplicadas a los productos extranjeros. La misma surge en el año 1993, durante las negociaciones del GATT , para salvaguardar las industrias culturales de cada país y evitar, de esa manera, la uniformización delmundo preservando la diversidad de las culturas.
A lo largo de estos años, defensores y detractores de la misma han participado en intensos debates. Las diferentes posturas delinean –claramente- las posiciones ideológicas de quienes las enuncian. Por tal motivo, el presente trabajo tiene por objetivo abordar algunas de dichas posiciones para tratar de comprender qué es lo que está en juego enesta gran discusión y cuál debería ser el rol del Estado nacional ante esta disyuntiva.
Para ello, se tendrá en cuenta la opinión de Mario Vargas Llosa, escritor peruano de reconocida trayectoria y miembro de la Real Academia Española; la opinión de la socióloga Stella Puente -Subsecretaria de Industrias Culturales del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires desde el 2003 al 2007- quien diseñó yejecutó programas específicos para cada una de las Industrias Culturales de la Ciudad. Así como también, la opinión de Jorge Coscia, cineasta, presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) entre 2002 y 2005. Es importante destacar que durante su gestión se logró recuperar la autarquía del organismo, se implementó la Cuota de Pantalla y se obtuvieron récords de estrenos,producción y premios internacionales en festivales. Además, fueron inauguradas salas (Espacios INCAA) en el país y en el exterior, y firmados distintos convenios de coproducción y distribución con España, Francia e Italia como parte del Programa Raíces, así como también con países de América latina como parte de la RECAM .



Posiciones enfrentadas

Mario Vargas Llosa sostiene que losprincipales argumentos que utilizan los defensores de la excepción cultural son antidemocráticos dado que, por un lado, no respetan la libertad de elegir de sus ciudadanos y, por otro, la idea de identidad cultural de un país conduce a justificar la censura, el dirigismo cultural y la subordinación de la vida intelectual y artística a una doctrina política: el nacionalismo. De esta manera, considera que laobligación primordial de un gobierno es crear condiciones que estimulen el desarrollo y la creatividad cultural, y resalta que la primera de ellas es la libertad: libertad para opinar y crear sin interferencias ni censura, así como también crear las condiciones para que todos los productos culturales del mundo circulen libremente dado que define a la “cultura de verdad” como universal.

StellaPuente considera que al ser tan complejo el entramado de las industrias culturales es necesario contar con un Estado atento que funcione como garantía de equilibrio y circulación porque de su regulación dependerá que nuestros creadores tengan espacio para desarrollar y exhibir sus proyectos. Sostiene, de esta manera, que los ciudadanos podrán llevar a cabo el acto de elegir en el marco de ladiversidad. En este sentido, afirma que es ingenuo pensar -hoy en día- lo cultural reducido al acto de creación de una obra, como si un artista -con total libertad y opciones- pudiera exhibirla para que un ciudadano elija la que más le gusta.

Jorge Coscia señala que la propuesta de exceptuar la cultura, y sus actividades productivas, de las reglas del mero comercio permite formas específicas deprotección y fomento que de no existir implicarían el debilitamiento, y hasta la desaparición, de las entidades culturales nacionales. Sin embargo, remarca que el propósito de forjar identidades está acompañado por la necesidad de integración y participación en el mundo globalizado.

En definitiva, tanto Stella Puente como Jorge Coscia consideran que la regulación por parte del Estado en las...