Muerte De Un Viajante

Sobre la permanencia de la tragedia en Muerte de un viajante de Arthur Miller.
Es el vínculo entre dioses y hombres el que domina la tragedia griega (sobre todo en La Orestiada y Prometeo encadenado de Esquilo, Edipo rey y Edipo en Colono de Sófocles o Hipólito de Eurípides). Como detonante de la acción trágica se presenta un acontecimiento deshonroso para lo divino (hamartía) provocado por lasoberbia (hybris) del hombre que se olvida de su lugar en la creación. Por ejemplo, Agamenón e Hipólito insultan a Artemisa y a Afrodita¸ respectivamente, como si ignoraran la gravedad del gesto y el castigo que este necesariamente acarrea, pues los dioses necesitan restablecer la armonía que ellos han alterado a costa de su vida y del bienestar del reino de los que ellos son cabeza.
Lo que seve a continuación es una metáfora del estar del hombre en el mundo tal y como lo entendían los griegos: enceguecido por los dioses, el héroe actúa contracorriente para salvarse, en ocasiones a sabiendas de que ya todo ha sido fijado y que el camino es cuesta abajo lo desee o no. Cuando finalmente toma conciencia de lo irreversible de su situación, en la que suele ser una desgarradora escenacargada por la anagnórisis y la peripecia, ve que el pago de su culpa es, en muchos casos, su propia destrucción, a veces acompañada de la de los que lo rodean. A primera vista desproporcionada, la relación entre su hamartía y su muerte encuentra su justificación en la necesidad de mantener el orden cósmico, en Grecia un complejo entramado de bien y mal.
Casi veinticinco siglos después, la sociedadnorteamericana ha establecido una nueva dinámica central: la generada entre el hombre y lo que se denomina “el sueño americano”, la promesa de que es posible conseguir un pleno desarrollo personal (basado sobre todo en el bienestar económico) en EEUU si uno se esfuerza en su trabajo diario. A comienzos del siglo XX, esta proyección se ve afectada por la realidad de la crisis, que pone en evidenciala pobreza de parte significativa de la población. Distintas manifestaciones artísticas de esos años desmontan el ideal aludiendo a múltiples circunstancias -reales o ficticias- en las que este no había producido más que frustración. Entre ellas, “Muerte de un viajante” de Arthur Miller suele ser citada como un ejemplo paradigmático.
Y es que Willy Loman es, ante todo, un fiel creyente deese sueño, al que en sus circunstancias cree que puede acceder a través de la que considera la principal herramienta de su profesión: la simpatía. El problema está en que, en realidad, el sistema en el que se desenvuelve pone por encima de la personalidad y la virtud del individuo su capacidad para producir. La razón de su caída está, en parte, en que no quiere ver que los vínculos afectivos que hacreído construir a lo largo de su vida no existen, porque los otros están embebidos en la dinámica del lucro. También puede ubicarse, en el plano familiar, en que el haber educado a sus hijos en su endiosamiento de la personalidad los ha arruinado a ambos, los ha convertido en unos inadaptados. Charley y su primogénito Biff han notado su desviación, pero no pueden conseguir que la admita, porqueeso implicaría reconocer lo ilegítimo de su lucha vital. Entonces, aunque en esta obra no intervienen dioses ofendidos, hay un sistema que elimina –como lo hicieran los dioses- a los que no pueden acoplarse, a los que exceden en algún sentido el actuar admitido del individuo.
Cuando la obra inicia, él se ve sometido al dilema de aceptar, después de tantos años de negarlo, la falsedad de su idealen su contexto o mantenerlo hasta el final. La situación se presenta tensa desde las primeras escenas, en las que resulta evidente que su cansancio hace peligrar su vida tanto como que su hijo haya vuelto para recordarle, una vez más, su fracaso como padre. Lo que se ve a lo largo de la obra es su ininterrumpida lucha por mantener su creencia en los ideales que se han elevado como los pilares...