Multiplicación De Las Islas

MULTIPLICACIÓN DE LAS ISLAS
(narrativa cubana de la diáspora)
Por LUIS MANUEL GARCÍA MÉNDEZ e ha entablado una batallita por el término con qué definir a los dos millones de cubanos que residen fuera de la Isla —el 15 por ciento de todos los cubanos que habitan el planeta—. Algunos reivindican la palabra exilio para conferirle un carácter político a esa emigración. Otros apelan a la palabraemigración para restarle contenido político a ese exilio. Según el Diccionario de la Real Academia, exilio es la expatriación generalmente por motivos políticos. Y emigración es “abandonar la residencia habitual (…) en busca de mejores medios de vida” o, “dicho de algunas especies animales: cambiar periódicamente de clima o localidad por exigencias de la alimentación o de la reproducción”. Encambio, la migración es la “acción y efecto de pasar de un país a otro para establecerse en él (…) generalmente por causas económicas o sociales”. Por último, la diáspora, término que originalmente designó a la “dispersión de los judíos exiliados de su país”, se extiende ya a cualquier “dispersión de grupos humanos que abandonan su lugar de origen”. Obviamente, salvo contadas excepciones, los cubanosno somos desterrados. Hemos abandonado el país por voluntad propia, sean las razones que fueren, aunque en una proporción tan desmedida que para definirnos puede emplearse el término de diáspora, más aun dada nuestra dispersión: hay cubanos hasta en los territorios más insospechados. En lo personal creo que en su gran mayoría los cubanos que hemos optado por vivir out of borders, por motivoseconómicos o políticos, somos migranxiliados: mitad emigrantes y mitad exiliados. Espacio Laical 1/2010 Desde enero de 1959 Cuba emprendió una trayectoria histórica singular, lo que generó un copioso éxodo, iniciado por las clases altas y medias, y que se extendió con el tiempo a todos los sectores sociales, diversificándose en la medida que el país pasaba de la “Era del Entusiasmo”, los 60, cuando LaHabana ocupó la capitalidad cultural del continente, a la “Era Welcome, Tovarich”, los 70 y 80, hasta finalmente la desaparición de la Unión Soviética y sus subsidios, que dio inicio a la “Era Good Bye, Lenin” que se prolonga hasta hoy. El llamado “período especial en tiempos de paz”, un eufemismo para nombrar una de las mayores crisis de la historia cubana, ha convertido el éxodo en un episodiohabitual. Esa diáspora ha creado su propia capital, Miami, la segunda ciudad del planeta habitada por cubanos, y curiosamente ha conservado durante medio siglo su impronta nacional, extensible incluso a nuevas generaciones de cubanos nacidos fuera de la Isla. Pero, ¿ha creado su propia literatura? ¿Qué es la literatura de la diáspora, si acaso puede hablarse de algo semejante? Me confiesoincapaz de definir con precisión un fenómeno tan fluido, que quizás adopte la forma del recipiente que lo contiene. ¿Era una literatura diaspórica la de Alejo Carpentier, quien practicó una narrativa posnacional precursora y vivió casi toda su vida fuera de Cuba? ¿Es literatura diaspórica la de Cabrera Infante, quien jamás abandonó la Isla de su imaginación? En cualquier caso, son numerosas lascarreras literarias iniciadas en Cuba y continuadas en el extranjero, sin deshacerse jamás de la impronta insular, como existe en la

S

Isla una zona literaria escrita desde una suerte de virtualidad diaspórica, una geografía trashumante. Ni las unas ni las otras suponen un juicio de calidad. Una mirada rápida a la narrativa contemporánea de autores cubanos nos permite observar algunos caminos porlos cuales transita, independientemente de la geografía. En el capítulo “El campo roturado”, de su libro Tumbas sin sosiego (Barcelona, 2006), Rafael Rojas afirma que: “Hoy la cultura cubana experimenta todos los síntomas del quiebre de un canon nacional. Emergen nuevas hibridaciones en el arte y nuevas subjetividades en la literatura. (…) Un orden postcolonial comienza a ser rebasado por otro...