JORNADA SOBRE CRISIS ECONOMICA Y RESPONSABILIDAD SOCIAL Y MORAL Alfonso Carcasona Madrid, 12 de diciembre 2008 “Las víctimas de la crisis: ¿Qué implicaciones económicas, sociales y éticas se muestran en todo este proceso?” Cuatro consideraciones previas: 1.‐ En la actualidad vemos como los poderes públicos se han lanzado al denominado rescate del sistema financiero, basado fundamentalmente en imprimir dinero. Este dinero se inyecta en el sistema a través de las entidades financieras. Sin querer descargar la responsabilidad que todos y cada uno de los agentes del mercado tienen en la actual crisis económica, parece que son éstas, junto a la falta de supervisión y ineficaz regulación del mercado por parte de los poderes públicos, las que tienen una mayor responsabilidad en el caos que estamos viviendo. Ha fallado la regulación establecida por los distintos gobiernos. Las leyes han sido ineficaces para monitorizar las relaciones, los acuerdos, los flujos de dinero. Han ido siempre por detrás de la realidad económica, han sido dictadas por personas legas en la materia. El sistema ha fallado. Las entidades financieras han sido verdaderos protagonistas en esta crisis. Han inventado un mercado artificial, que crecía constantemente de manera artificial. Su voracidad en la consecución de beneficios a corto plazo ha provocado la ficción de que el dinero creaba dinero, y han conseguido apalancar (hacer crecer el endeudamiento) tanto de la sociedad como de las mismas entidades financieras, hasta cotas inasumibles por el sistema. La sociedad civil, tanto particulares como pymes, son fundamentalmente víctimas de la mala praxis tanto de poderes públicos como de entidades financieras. Aunque también debe considerárseles corresponsables de la crisis. La falta de valores, la falta de una ética cristiana, basada en la solidaridad, la austeridad, ha dejado paso a que la aspiración del estado del bienestar nos haya tenido adormecidos en las últimas décadas. 2.‐ La sociedad civil reclama soluciones a los dos mayores responsables del actual fiasco. Y estos reaccionan con medidas a corto plazo (impresión indiscriminada de dinero que traerá fatales consecuencias en el futuro), que se implementan además a través de esas entidades financieras que siguen anunciando beneficios a pesar de tener grandes agujeros en sus balances. Y ese dinero nuevo no llega además al mercado, a la pyme, al trabajador. Dos claros ejemplos: ‐ la anunciada inyección de 8.000 millones de euros a los quebrados ayuntamientos, servirá únicamente para que puedan pagar parte de sus deudas y no para generar el prometido empleo (el empleo no lo olvidemos deben generarlo las empresas y los autónomos, no los poderes públicos).
‐ Las líneas ICO, destinadas a ayudar a pymes, se instrumentarán a través de esas entidades financieras que niegan ese necesario crédito a las pymes. 3.‐ Lo que se precisa hoy son soluciones no solo a corto plazo, sino a medio y largo. Y estas medidas nunca serán tomadas por los gobiernos de turno. El actual sistema, ‐la democracia es el peor de todos los sistemas políticos, con excepción de todos los sistemas políticos restantes, como diría Churchill‐ ha creado una clase social distinta y distante de la sociedad civil: la clase política. No son los mejor formados, ni los que han demostrado una mejor capacidad de gestión, ni siquiera los que tienen mayor vocación de servicio, los que acceden al poder dentro del sistema de partidos políticos. Y además, se encuentran con la presión de que deben ser elegidos cada cuatro años. Las soluciones que adoptarán serán las necesarias para asegurarse ...
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