Nada Bueno Que Aser

Es difícil creer que hoy es nuestra última vez como alumnos de cuarto medio, quedándose en él tantos recuerdos y momentos preciosos que no se volverán a repetir, momentos únicos, quemarcaron para siempre nuestras vidas. Da nostalgia pensar que después de tantos años juntos nos separaremos, que de todos los momentos que vivimos sólo quedaran grabados los recuerdos en nuestramemoria y que nuestras risas ya no volverán a oírse, sólo quedara su eco en los pasillos por los que muchas veces hicimos el recorrido hacia nuestras salas. Ahora ya no volveremos a escuchar eltimbre que nos anunciaba los tan ansiados recreos, atrás quedarán esas bromas, que aunque a veces no muy divertidas, noshacían reír hasta casi llorar, ya no volveremos a escuchar esossermones de losprofesores que nos aburrían pero que en el fondo sabíamos que sólo trataban deayudarnos a corregir lo que habíamos hecho mal, porque su preocupaciónéramos nosotros.Como olvidar elprimer día de clases, entrando con mirada temerosa y pasoinseguro a la sala de clases, sin saber que ese sería el comienzo de una largaetapa de aprendizaje que nos llenaría de conocimientos yvalores. Que rápidopasa el tiempo, en ese entonces cuando éramos niños, observábamos conadmiración a los jóvenes de cuarto medio, queriendo estar en su lugar para salir del colegio, sentirnosgrandes, ahora que nos toca culminar la vida estudiantildesearíamos volver a ser esos niños tiernos e inocentes que jugábamos en lospasillos y sólo pensábamos en divertirnos, mas hoy podemosdecir con orgulloque ha concluido la etapa más linda de nuestras vidas y que a pesar que antesesperábamos con ansias este día, ahora desearíamos retroceder las páginas paravolver a esosmomentos inolvidables que pasamos juntos.Han sido trece años de alegrías y penas, trece años de esfuerzo y estudio, dondehemos sido capaces de soportar el cansancio y hastío que nos provocaban las