Navidad en las montañas
Por esa razón, un día los dos matrimonios decidieron ir juntos al teatroy dejar a las cuatro niñas jugando en el departamento.
La más chica era Susy, tenía once años. La más grande Alicia, tenía catorce. Lily y Pato tenían doce años.
El departamento era seguro y seconocían todos los vecinos, las niñas sabían comportarse y jamás tuvieron problemas, así que estaban ansiosas por vivir una nueva experiencia quedándose solas por dos o tres horas.
Las chicasestaban felices y en cierta manera se sintieron adultas.
Dejaron las muñecas e incursionaron en el tema maquillaje utilizando el rouge y las sombras para ojos que encontraron. Luego se limaron las uñasy se aplicaron distintos tonos de esmalte.
Mientras estaban tan dedicadas jugando a la manicura, Pato vio la Guía Telefónica y comenzó a ojearla buscando apellidos que le causaran gracia. Asídescubrieron apellidos como Gallo, Gordo, Gavilán, Castillo, Rojo, etc. Y no paraban de reírse imaginando chistes graciosos.
Alicia era la que más disfrutaba. De pronto dijo: -Llamemos a ver quecontestan-
Y se reunieron todas en torno al teléfono con una sonrisa cómplice.
A Susy, la menor, la nombraron secretaria. Ella debía anotar prolijamente los nombres y los números de los destinatariosde sus bromas.
Liliana sentenció compungida: - Mamá nos va a retar, Nos va a poner en penitencia hasta fin de año-
Alicia, sin darle tiempo ni para respirar, retrucó: Mamá no se va a enterar amenos que alguien se lo diga- y agregó-Espero que cierres tu enorme bocota. Jura con la mano en el corazón que no se lo vas a contar- dijo solemne.
Ay, dijo Lily – Dejame tranquila.
¡No! Dijo...
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