Necesidad Del Estado
Páginas: 2 (325 palabras)
Publicado: 24 de enero de 2013
La necesidad del Estado
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Ricardo Kirschbaum
rkirschbaum@clarin.com
En estas horas en las que se habla mucho de las responsabilidadesjurídicas, de las responsabilidades políticas y de las responsabilidades criminales, es también una buena oportunidad para debatir sobre las responsabilidades de la sociedad. Es absolutamente precisoque se determine cómo funcionaron estas negligencias en cadena que condujeron a la tragedia, sin especulaciones ni cálculos políticos, los que hoy abundan.
La sociedad precisa saber y, al mismotiempo, reflexionar sobre lo que ocurrió. Encontrar a los culpables es una tarea de la Justicia pero eso no significa dejar de examinar nuestra propia conducta y la contribución a la cultura de lailegalidad que, en este país de instituciones débiles, se ha instalado con fuerza.
La ausencia del Estado que aparece en los muchos correos que hemos recibido a raíz de la tragedia de Once tiene unacontrapartida, en una relación dialéctica, en su presencia. Es una gran paradoja: el reclamo de su acción positiva es, también, el reconocimiento de lo que se niega. Una sociedad basada en el estado dederecho tiene obligaciones y deberes. En esa cultura de la ilegalidad, los límites no son tales: fronteras borrosas de los deberes que muchas veces no cumplimos. Y aun la defección de los que debenresguardarlos no tiene que ser una coartada para nuestros propios actos.
La codicia empresaria, en este caso, hace que el negocio de pocos ponga en riesgo la vida de muchos. Que la burocracia, ladesidia y, tal vez, la corruptela, sean jugadas a suerte y verdad, especulando con que un golpe de suerte no arruine la fiesta. Es hora de examinarse, de pensar que el mejor negocio es respetar la ley,todos, aprender que el camino de la legalidad no es un ámbito de idiotas excéntricos sino una forma de construir la sociedad democrática. Es hora de defender al Estado, tan depreciado, para exigirle a...
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Ricardo Kirschbaum
rkirschbaum@clarin.com
En estas horas en las que se habla mucho de las responsabilidadesjurídicas, de las responsabilidades políticas y de las responsabilidades criminales, es también una buena oportunidad para debatir sobre las responsabilidades de la sociedad. Es absolutamente precisoque se determine cómo funcionaron estas negligencias en cadena que condujeron a la tragedia, sin especulaciones ni cálculos políticos, los que hoy abundan.
La sociedad precisa saber y, al mismotiempo, reflexionar sobre lo que ocurrió. Encontrar a los culpables es una tarea de la Justicia pero eso no significa dejar de examinar nuestra propia conducta y la contribución a la cultura de lailegalidad que, en este país de instituciones débiles, se ha instalado con fuerza.
La ausencia del Estado que aparece en los muchos correos que hemos recibido a raíz de la tragedia de Once tiene unacontrapartida, en una relación dialéctica, en su presencia. Es una gran paradoja: el reclamo de su acción positiva es, también, el reconocimiento de lo que se niega. Una sociedad basada en el estado dederecho tiene obligaciones y deberes. En esa cultura de la ilegalidad, los límites no son tales: fronteras borrosas de los deberes que muchas veces no cumplimos. Y aun la defección de los que debenresguardarlos no tiene que ser una coartada para nuestros propios actos.
La codicia empresaria, en este caso, hace que el negocio de pocos ponga en riesgo la vida de muchos. Que la burocracia, ladesidia y, tal vez, la corruptela, sean jugadas a suerte y verdad, especulando con que un golpe de suerte no arruine la fiesta. Es hora de examinarse, de pensar que el mejor negocio es respetar la ley,todos, aprender que el camino de la legalidad no es un ámbito de idiotas excéntricos sino una forma de construir la sociedad democrática. Es hora de defender al Estado, tan depreciado, para exigirle a...
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