Ninguno
En 1534 marcha a Roma y un año después a Nápoles, en ambos lugarescomo agente político del emperador, si bien debió de serlo por poco tiempo, puesto que fue víctima de la reacción antierasmista de la Inquisición española. En Nápoles trató a Garcilaso de la Vega,miembro de la Academia Pontaniana. En los años que siguieron hasta su muerte escribió copiosamente consideraciones piadosas, trabajos exegéticos, traducciones parciales de la Biblia y algunos diálogosdestinados a aclarar conceptos y ampliar las conversaciones que tenía con los adeptos a sus doctrinas religiosas en la tertulia que mantuvo en su casa, un verdadero círculo de reformistas y religiososalumbrados. Todos esos trabajos manuscritos fueron conservados y transmitidos por la más famosa de sus discípulas, Giulia Gonzaga.
En su casa recibió, entre otros, al arzobispo de Otranto PietroAntonio di Capua, Galeazzo Caracciolo, Caterina Cybo, al vicario general de la orden capuchina Bernardino Ochino, al obispo de Bérgamo Vittore Soranzo, Bartolomeo Spadafora, al obispo de CheronissaGiovanni Francesco Verdura, Pietro Martire Vermigli. Según testimonio rendido el 7 de marzo de 1564 por Francesco Alois, condenado como luterano, entre los simpatizantes de Juan de Valdés cabía incluirtambién a Nicola Maria Caracciolo (1512-1568), obispo de Catania, que en el texto de su sínodo diocesano, escrito en lengua vulgar, demuestra una espiritualidad cercana a la de los alumbrados. Pero los...
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