No hacer caso.

-Nací en Moscú, pero no recuerdo nada de aquella época. No era más que un crío cuando las llamas del fuego nuclear devoraron el viejo mundo. Cuarenta mil personas nos salvamos refugiándonos en las estaciones de metro, en las entrañas de la ciudad. Ahora, veinte años después, solo un puñado de valientes se atreve a subir para recibir el abrazo de un invierno eterno. El metro era nuestro hogar ylafortaleza que nos protegía de los monstruos mutantes que vagaban por los túneles. Aún así, nunca renunciamos a la esperanza de volver a la superficie. Pero un día, se presentó una nueva amenaza … que nos empujó a una guerra por la supervivencia de nuestra especie.
-La vida nunca fue fácil en los túneles, pero eran nuestro hogar. Había algo de acogedor en la rutina, en ver los mismos rostroscadadía. Pero dado que los ataques -Nací en Moscú, pero no recuerdo nada de aquella época. No era más que un crío cuando las llamas del fuego nuclear devoraron el viejo mundo. Cuarenta mil personas nos salvamos refugiándonos en las estaciones de metro, en las entrañas de la ciudad. Ahora, veinte años después, solo un puñado de valientes se atreve a subir para recibir el abrazo de un invierno eterno.El metro era nuestro hogar yla fortaleza que nos protegía de los monstruos mutantes que vagaban por los túneles. Aún así, nunca renunciamos a la esperanza de volver a la superficie. Pero un día, se presentó una nueva amenaza … que nos empujó a una guerra por la supervivencia de nuestra especie.
-La vida nunca fue fácil en los túneles, pero eran nuestro hogar. Había algo de acogedor en la rutina,en ver los mismos rostroscada día. Pero dado que los ataques de los mutantes eran cada vez mas frecuentes, el miedo imperaba en la estación. Yo acababa de cumplir veinte años y ni por asomo sospechaba lo que ocurría la mañana en que Hunter, un amigo de mi padre adoptivo, llegó a la barricada.
-Nuestro destino era Polis, la estación principal de toda la ciudad, y debería de emprender un viajejunto al que estuviesecapacitado a ayudar, en este caso comenzaría con Hunter. Pero lo que ahora había en los túneles no eran los mutantes de siempre. Se trata de otra cosa, algo mucho peor, Los Oscuros. Hunter me dijo: “sean lo que sean, mi orden tiene un lema: si es hostil, mátalo”.
-Luego de muchas ocurrencias negativas y mortales en mi estación, Hunter decidió ir más allá de la estación para versi podía hacer algo. Medejó una medalla que debía entregarle a Miller cuando lo viera al llegar a Polis, pero aún faltaba mucho para eso. Aún así Hunter me la dio y se marchó.
-Me quedé en la estación esperando. Hunter no regresó. No sería fácil encontrar una escusa para salir-Nací en Moscú, pero no recuerdo nada de aquella época. No era más que un crío cuando las llamas del fuego nucleardevoraron el viejo mundo. Cuarenta mil personas nos salvamos refugiándonos en las estaciones de metro, en las entrañas de la ciudad. Ahora, veinte años después, solo un puñado de valientes se atreve a subir para recibir el abrazo de un invierno eterno. El metro era nuestro hogar yla fortaleza que nos protegía de los monstruos mutantes que vagaban por los túneles. Aún así, nunca renunciamos a laesperanza de volver a la superficie. Pero un día, se presentó una nueva amenaza … que nos empujó a una guerra por la supervivencia de nuestra especie.
-La vida nunca fue fácil en los túneles, pero eran nuestro hogar. Había algo de acogedor en la rutina, en ver los mismos rostroscada día. Pero dado que los ataques de los mutantes eran cada vez mas frecuentes, el miedo imperaba en la estación. Yo acababade cumplir veinte años y ni por asomo sospechaba lo que ocurría la mañana en que Hunter, un amigo de mi padre adoptivo, llegó a la barricada.
-Nuestro destino era Polis, la estación principal de toda la ciudad, y debería de emprender un viaje junto al que estuviesecapacitado a ayudar, en este caso comenzaría con Hunter. Pero lo que ahora había en los túneles no eran los mutantes de siempre. Se...