No Solo Los Perros Lamen
Todo cambió cuando le compraron un cachorro de raza grande (esto para que cuidase a la niña cuando creciera), pasaron losaños y la niña y el perro se volvieron inseparables. Una noche como cualquier otra los padres fueron a despedirse de la niña; el perro, yaacostumbrado a dormir con la niña, se postraba abajo de la cama.
Los padres se fueron y pronto la niña se sumió en un sueño profundo, yaaproximadamente como a las 2:30 de la madrugada, un fuerte ruido la despertó, eran como rasguños leves y luego más fuertes. Entonces, temerosa, bajó lamano para que el perro la lamiese (era como un código entre ella y el perro) y lo hizo, entonces ella se tranquilizó y durmió otra vez. Cuando ellase despertó por la mañana descubrió algo espantoso: En el espejo del tocador había algo escrito con letras rojas, era sangre que decía así: N0SÓLO LOS PERROS LAMEN. Entonces dio un grito de terror al ver a su perro crucificado en el suelo.
Cuando los padres la encontraron, la niñaestaba arrodillada en un rincón de su habitación. Solo decía ¿Quién me lamió?. Nunca volvió a ser la misma, tratando de olvidar lo sucedido.
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