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Se necesita una institución reguladora, independiente que garantice la confiabilidad de los procesos electorales. En este sentido el tribunal supremos electoral es la máxima autoridad, según elcódigo electoral (art. 55). Por tanto, la confianza que la cuidadania tenga sobre esa institución s4e vuelve de vital importancia para garactizar ante la opinión publica, procesos electorales justos,limpios y apegados a las leyes establecidas. En este sentido las encuestas de opinión publica brindan información sobre la percepción en la confianza de la cuidadania sobre el tse. Para 2003 19.9% de losencuestados dijeron no tener ninguna confianza hacia el tse y en 2006 31.4% respondió no tener ninguna confianza. Este dato muestra la gravedad de la situación en matearial electoral, ya que si el tsees la máxima autoridad rectora el tema y no goce de la confianza de la población refleja el grave deterioro de esta institución sancionadora y contrladora en temas como: campañas electoralesadelantadas, violencia partidaria, campañas con fuerte contendo de desprestigio, etc. Este panorama tan oscuro es preocupante.
No se puede dejar de lado el tema ético, conrespecto a los partidos políticos.Este punto juega una gran importancia en las contiendas políticas y se vuelve un pilar fundamental para garantizar procesos electorales confiables.
Así mismo, contamos con una institución electoraldébil en todo el sentido de la palabra y con partidos políticos poco o nada éticos, enmarcados en un fuerte contexto de polarización izquierda-derecha. Entonces, si para las elecciones del 2009 esperamoscontar con un proceso electoral confiable es necesario trabajar sobre estos tres puntos mencionados anteriormente. De lo contrario, seguiremos con los mismos procesos electorales caracterizados por unfuerte componente de violencia electoral, antagonismo político, desgaste institucional y democrático. Por tanto, ningún triunfo electoral que se base en estas medidas puede verse como una victoria...