Okuribito

Sobre el tránsito de las almas en Japón
Por distintas razones he llegado a tener cierto acercamiento a la cultura japonesa, y conozco algunos puntos importantes para su entendimiento. Aunque esos presuntos conocimientos pueden ser más bien un prejuicio a la hora de abordar el contenido de la película Violines en Cielo (Okuribito) dirigida por Yojiro Takita. Este filme es del año 2008, por lo queofrece una perspectiva bastante reciente que intentaré comparar con algunos rituales conocidos de la historia japonesa.
Podría decir que la premisa de la película está relacionada con el tránsito a la muerte, la vocación profesional en el mundo de los vivos, y tal vez incluso la idea de «destino», que liga lo primero con lo segundo. En este corto texto intentaré analizar estos puntos a la luz deautores de sociología cultural.

Aunque actualmente Japón es un país con un gran número de seguidores del budismo, el cristianismo y el confucianismo (entre otros), el sintoísmo en algún momento era seguido por la gran mayoría del pueblo japonés. En la actualidad sigue siendo una de las religiones más importantes, y no se puede despreciar la influencia de sus ritos y tradiciones, que trasciendehasta la actualidad y se mezclan con varios otros ritos de las demás religiones.
El sintoísmo se caracteriza por la adoración a los antepasados, a tal punto que la palabra que se usa para referirse a alguien que ya tuvo un tránsito al mundo de los muertos es la misma que se usa para referirse a las divinidades (Kami). Un aspecto tan simbólico como este crea –por lo menos en el interior de unasola comunidad lingüística– una serie de referentes, representaciones y creencias que compartirían todos los miembros, por lo que cada individuo, siguiendo a Dukheim, se sentiría identificado con los demás creyentes al ver a muchos iguales dentro de la institución. Es decir, pese a la individualidad de cada parte se aceptan ideas formuladas con anterioridad, y esto es necesario para laidentificación. Pero para esa identificación también es necesario volver a traer (a representar) las ideas que agrupan a la comunidad. Esto se hace por medio de “rituales”, que intentan repetir y reafirmar, con ciertas reglas estrictas, aquello que la comunidad comparte y tiene en común. La idea del rito es volver a traer a la tierra (a materializar) dichas creencias.
Y una muy buena señal de lo arraigada queestá una creencia es cuando se trata de algo inserto en el lenguaje. Se puede decir entonces que los japoneses (o mejor, los sintoístas) comparten una postura muy clara hacia los antepasados. Sin embargo, cuando alguien fallece es necesaria cierta “magia” o cierto acto simbólico para que alguien pueda pasar de ser un “fallecido” a ser un “antepasado”.
Hay que tener en cuenta la revisión de lahistoria de la idea de “magia” que realiza Mary Douglas en la que presenta una serie de controversias sobre la distinción entre magia y religión. Se diría en primer lugar que esta distinción se hace para diferenciar por un lado, los rituales que cumplen la función señalada por Durkheim de manifestar las creencias colectivas, y por otro lado, los rituales que no forman comunidad y sólo intentanproducir efectos concretos. Los primeros serían llamados religión y los segundos magia. Douglas señala varios puntos sobre dicha controversia, como la idea que hay en ambos casos de que la eficiencia del rito consiste solamente en seguir unas fórmulas, o la idea de que sólo a la religión pertenece “lo sagrado”, caracterizado por tener la posibilidad de “contagio”. La discusión no termina, y sólo quedaclaro que no es fácil hacer la distinción entre ambos conceptos.
El sintoísmo tiene, efectivamente, una serie de rituales que ordenan y son referente de la vida cotidiana. Mucho más para algo tan trascendental como la muerte. Hasta hace solo unos siglos atrás el ritual para despedir a los muertos era realizado por monjes shinto (kannushi) o por sacerdotisas (miko) quienes tenían una altísima...