oleque arte
Ahí estaba, enmedio de la ajetreada calle Salah Eddin, el oasis llamado “The Educational Bookshop”. Me lo habían recomendado mucho, pero las recomendaciones se quedaron cortas. Quedé deslumbrada. Me enamoró suespectacular arquitectura moderna, las estanterías de libros, los cafés, los muffins y un ambiente que sólo puede ofrecer la magnífica ciudad de Jerusalén.
Todas las veces que fui, Mahmoud atendía lacaja. Como administrador del negocio familiar me recibió siempre con una tranquilidad y una mesura zen. Una paciencia que contrastaba con mi hiperventilada sangre latina que compraba como si el mundose fuera acabar. Con una paciencia infinita, Mahmoud me ayudó a comprar cerros de libros (el impuesto al libro en Chile es del 19 por ciento), como también me ayudó a elegir complejos encargos paraamigos chilenos-palestinos.
Durante las largas horas que pasé en la librería, me preguntaba cómo sería la vida de un residente árabe en Jerusalén Oriental. Hasta que mi alma de periodista no pudomás. Le pedí una entrevista. Pensé que tendría que argumentar el por qué. No lo hizo. Al parecer, los jerosolimitanos saben que son noticia mundial.
Criado en colegios de Jerusalén y habiendo...
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