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BLANCA NIEVES Y LOS SIETE ENANOS
Escena 1

Había una vez una preciosa princesa llamada Blanca Nieves. Su malvada madrastra la reina temía que un día la belleza de Blanca Nieves llegara a superar la suya. Por eso vestía a la princesa con harapos y la obligaba a trabajar como sirvienta en el castillo cada día la reina consultaba a su espejo mágico
Reina: espejito, espejito, dime quien esla más bella del reino
Mientras el espejo contestara que la más bella era la reina, blanca nieves estaba a salvo
Blanca: (saca agua del pozo cantando) ojala quien me ama me encontrara (se pone a ver el agua del pozo)
Mientras blanca nieves miraba fijamente las aguas del pozo vio un rostro disto reflejado en el agua. Era el rostro de un guapo príncipe
Príncipe: (sonriente) hola ¿te easustado? ¡Por favor no te vayas!
La reina que espiaba a blanca nieves y al príncipe tuvo un ataque de celos y se fue corriendo a consultar su espejo mágico
Reina: (enojada) espejito espejito quien es la más bella
Espejo: tu belleza es celebre majestad pero ¡un momento! Veo una doncella preciosa los harapos no pueden disimular su delicada gracia ella es más bella que tu
Reina: (furiosa) ¡pues peorpara ella dime su nombre!
Espejo: los labios rojos como una rosa, el pelo negro como el ébano, la piel blanca como la nieve
Reina: (con la boca abierta y enojada) ¡Blanca Nieves!
Furiosa la reina llamo a su cazador
Reina: llévate a Blanca Nieves bien lejos, al bosque. Busca un prado en el que pueda distraerse recogiendo flores silvestres y, allí, mi fiel cazador ¡la matas!
Cazador: peromajestad la pequeña princesa
Reina: ¡silencio! Ya sabes cuál es el castigo si desobedeces mis órdenes
Sabiendo que no debería desobedecer a la reina el cazador llevo a blanca nieves al bosque pero cuando llego el momento de lastimar a la princesa se detuvo y cayó de rodillas
Cazador: no puedo hacerlo ¡perdóname alteza!
Blanca: pero…..pero…. no comprendo
Cazador: ¡la reina se ha vueltoloca! Tiene celos de ti ¡no se detendrá ante nada! Rápido mi niña escapa escóndete en el bosque ¡donde puedas! ¡Y no vuelvas nunca jamás!
Sola y asustada blanca nieves corrió al bosque. Ojos flameantes la acechaban desde la oscuridad, gritos espeluznantes llenaban el aire. Las ramas de los árboles se le aferraban.
Al final no pudo correr más y cayó al suelo, llorando. Cuando levantó la mirada, sedio cuenta de que la rodeaban varios animales del bosque.
Blanca: Hola, ¿Saben dónde puedo refugiarme? ¿Quizá entre los árboles, en algún rincón?
Blanca Nieves siguió a los animales hasta una cabaña del bosque. Llamo a la puerta, pero nadie respondió. De modo que entró.
Blanca: ¡Oh, qué bonito! Es como una casa de muñecas. Oh, sí hay siete sillitas. Debe haber siete niños. Y, por el aspecto de lamesa, son siete niños muy desordenados. Ya sé…. Limpiaré la casa para darles una sorpresa. Tal vez así dejen que me quede.
Con la ayuda de sus amigos animales, Blanca Nieves limpió y ordenó la cabaña. Luego decidió echar un vistazo al piso de arriba.
Blanca: ¡Que camitas tan adorables! Y mira, tienen los nombres grabados en cada una: Doc., Tímido, Tontín, Estornudo… ¡Que nombres tandivertidos para los niños! Y ahí están Gruñón, Feliz
Y así Blanca Nieves se tumbó a lo largo de tres camitas y se quedó profundamente dormida.
Justo entonces los propietarios de la cabaña volvían en fila a su casa. No eran niños, sino los siete enanos, que trabajaban todo el día en su mina de diamantes.
Mientras desfilaban hacia el claro del bosque, los enanos se detuvieron de golpe:
Doc.:¡Mirad…nuestra casa! La encendida está luz… ¡La luz está encendida!
Gruñón: Yo digo que vamos a tener problemas……, lo he sabido todo el día.

Los enanos echaron una ojeada dentro de la cabaña y vieron que toda la casa había sido ordenada.
De pronto, les pareció haber oído un ruido. Doc. Miró hacia las escaleras...
Doc.: Ha-ha-ha sido arriba. En el dormitorio.

Con cuidado, los siete hombrecitos...