oracion
Un día, el perdizdescendió al suelo a picotear unas semillas y justo en ese instante la tortuga pasaba caminando lentamente por ahí.
-Hermana tortuga –le dijo el perdiz-, ¿no te da vergüenza ir siempre tan despacio? ¿No te daenvidia verme a mí, tan bien dotado, mucho mejor que tú?¿No te causa celos ver cómo vuelo y cómo corro, cosas que tú no puedes hacer de ningún modo?
-No –repuso lentamente la tortuga-. Pienso quedichoso tú, que puedes acabar en una carrera un camino que me lleva todo un día a mí. Pero no te envidio.
Mi lentitud también tiene sus ventajas.
-¡Bobadas!- contestó despreciativamente el perdiz-.Eso lo dices por decir. ¿Qué ventajas puede tener ser lento y pesado? Eres esclava de tu caparazón, estás condenada a andar siempre por lo bajo y ni siquiera puedes correr.
Yo en cambio soy libre,todo me favorece.
Poco tiempo después, lo cazadores de una lejana aldea prendieron fuego a la vegetación de llanura para hacer salir a los animales y así poderlos cazarlos fácilmente. Las llamascrecieron muy altas, se expandieron con rapidez y se acercaban al rincón en donde vivían el perdiz y la tortuga. El perdiz no hacía más que vanagloriarse de que podría salvarse de las llamas volando a granaltura y se reía de la tortuga.
-Te vas a asar, el fuego correrá más rápido que tus cortas patas y te alcanzará –le gritaba la perdiz a la tortuga desde lo alto.
Cuando las llamas llegaron, latortuga, para protegerse, se escondió en un hoyo que había dejado la pata de un hipopótamo en el suelo y se metió dentro de su caparazón, de manera que nada le ocurrió. En cambio el perdiz quiso lucirse...
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