Ordenamiento jurídico
Rodeada de inmensas y verdes colinas, de una basta vegetación, de la melodía de los pájaros y del sonido de las campanadas se hallaba ella; mujer madura, aguerrida ypor cierto valiente. Se sabe que no era del todo joven, poseía una figura redondeada y sus cabellos parecían finos hilos de plata, ella acerca de la cual solo tengo referencias por mi madre fue unamujer luchadora y que nunca se rindió ante la adversidad. Como todas las mañanas iba a su adorado huerto, se deleitaba con el exquisito olor de sus sembríos que tanto le gustaban, para posteriormentedirigirse al corral donde se sentía complacida de darle de comer a sus gallinas a la vez que parecía conversar con ellas, cuando terminaba con tal labor; con paso lento iba a fijarse si el hornoestaba listo para hacer sus deliciosos panes caseros para luego ir a venderlos a la plaza. Pero como olvidar aquel día, eran aproximadamente las 7 de la noche cuando el silencio sepulcral del pueblo fueirrumpido por los campanazos de la vieja y pequeña capilla, Oh! Sorpresa; fijaba su mente en algún fallecido del pueblo ¿Quién será? Será el viejo Francisco que sentía dolores de pecho, ¿será laanciana Juliana? a quien hace varios días no se le veía; era costumbre del pueblo asistir al llamado de esas campanadas. Se abrigó más de lo que ya estaba, tomó un pequeño mechero y se dirigió a laplaza, al acercarse a ella escuchó unas voces muy fuertes que apuraban a los pobladores para que se reuniesen inmediatamente, ¿de quiénes son esas voces, nunca los he escuchado? - se decía ¿Qué quieren?,no entiendo -seguía confundida; trató de esconderse al final del callejón cuando delatada por el mechero sintió una mano que le empujaba y alguien le decía: No escuchaste que se apuraran ¿Qué hacesescondida?,muy asustada de un salto llego a la plaza y vio como todos se acomodaban alrededor de un grupo de hombres, cuando de repente se escuchó una voz muy fuerte que decía: “Silencio, todos...
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