ORTEGA Y GASSET BRONCA EN LA F SICA

Páginas: 28 (6799 palabras) Publicado: 15 de junio de 2015
B R O N C A

EN

LA

F Í S I C A

I
UNA POLÉMICA E N L A REGIÓN MÁS PACIFICA

E

L planeta se ha puesto nervioso y apenas hay países, grupos, hombres que conserven su plena serenidad. Esto revela, claro está,
que la serenidad anterior no era profunda ni sólida. Y ello
invita a que se vaya pensando en serio sobre cuáles son las condiciones que permitirían al hombre, por lo menos al hombre deOccidente, constituirse una serenidad más robusta y de másfirmeasiento.
Porque la serenidad es el atributo primario del hombre. Todos sus
demás dones o no son específicamente humanos o son fruto nacido
en la gleba noble de su serenidad. Cuando el hombre la pierde
decimos que está «fuera de sí». Y entonces rebrota en él el animal.
Porque «estar fuera de sí», esclavo de la inquietud de su contorno, enperpetuo aforamiento y nerviosismo, es la característica del animal.
Conseguir liberarse de ese servilismo, dejar de ser un autómata que
el contorno moviliza mecánicamente, desprenderse del alrededor y
meterse en sí mismo, ensimismarse, es el privilegio y el honor de
nuestra especie. Hagamos, pues, propaganda de la serenidad, supremo
específico.
Porque cada día la desazón aumenta y, como una mareaviva,
llega a alturas que parecían inasequibles. «En toda cima hay calma»,
decía Goethe. Pues bien, no hay duda que una de las cimas de nuestra vida occidental era la ciencia física y el grupo de hombres que la
cultivan, sobre todo en Inglaterra. Mas he aquí que también los físicos ingleses se ponen un poco nerviosos.
Desde hace generaciones, tal vez el lugar más tranquilo de la
tierra era elsemanario científico que se publica en las Islas Británicas
bajo el título Nature. ¿No es sintomático el hecho de que también
en ese bonancible periódico de naturalistas haya habido bronca?
271

En el número de 8 de mayo, el doctor Herbert Dingler publica
un artículo titulado «Nuevo aristotelismo», Modern Aristotelianism.
El artículo es breve, como un trallazo. El autor lo sacude sobre
los lomos delos más grandes físicos ingleses actuales, que son, tal
vez, aparte Einstein, los mayores del mundo. Eddington, Milne,
Dirac, todos reciben su vobiscum. La resolución y el laconismo con
que en materia tan grave, tan complicada y... tan discutible procede el doctor Dingler dejan ver, a pesar de todo el self-control británico, que lo ha inspirado el mal humor. Entre las líneas nos parece
ver la caradel autor, a quien no conocemos, la cara de un hombre
que está harto de cosas que le son antipáticas y contra las cuales arremete simplemente porque le son antipáticas. El doctor Dingler llega a
disparar, al parecer contra aquellos grandes físicos, la acusación de
«traidores». ¿Traidores a quién o a qué? Esto es lo que vamos a ver.
El artículo del irascible señor Dingler ha atraído sobre elperiódico un diluvio de cartas. Tantas, que el director ha creído forzoso
dedicar en el número de 12 de junio un suplemento a esta polémica.
Desde hace años se publican con progresiva frecuencia libros de
cuestiones físicas que pertenecen a un nuevo tipo de producción intelectual. En estos libros se determina la estructura del «universo» y
esto se hace a priori, en pura deducción matemática. Partiendo deciertas hipótesis mínimas a que se da forma de puros axiomas, se
constituye un cuerpo de doctrina estrictamente racional, en el cual
aparecen las leyes físicas conocidas como teoremas derivados de aquellos axiomas y, lo que es más sorprendente aún, se obtienen, por
simple inferencia de la lógica matemática, nuevas leyes. El experimento, la inducción no aparecen por parte alguna.
Al señor Dinglerle corrompe las oraciones este nuevo uso intelectual. ¿Qué es eso de hablar del «universo»? La ciencia física nace
con Galileo cuando la ciencia renuncia a hablar del universo y se
constriñe a decirnos cómo son los «fenómenos manifiestos». Para ello,
procura atenerse a la observación sensible y evita confundir las leyes
con las hipótesis de trabajo. En suma, Galileo y las generaciones que
han...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Ortega y gasset
  • Ortega Y Gasset
  • Ortega Y Gasset
  • Ortega y gasset
  • Ortega y gasset
  • Ortega y gasset
  • ortega y gasset
  • Ortega Y Gasset

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS