¡Papá! Autor: Vanessa Hernandez

Le están apretando el cogote a la gallina, al igual que todos los días a esta hora del rocío y poca luz; me desconcentra de mi estado de inconsciencia del que tengo recuerdos vagos de volar, recorrer precipicios, hablar con seres de los que despierto no tengo recuerdo; y pensar que hubo tiempos en los que no podía conciliar el sueño y sufría, rayaba las paredes, me rasgaba el cuerpo con las uñas,para dejar ver caer la desesperación a gotas, en realidad era una sensación bastante extraña, de relajo y contracción, quizás por eso ahora la licuaron y la pusieron en frascos con puntas, pero no gotea nada. Una mosca está volando, siento su sonido acercarse y difuminarse en el eco de esta pieza blanca, no puedo tomarla creo, llevo varios días abrazándome; me queda bien el pelo más largo, labarba naciente hace un contraste en todo este blanco, logro notarlo en un reflejo mínimo que me entrega esta ventana al patio, la gente ahí camina como loca, es raro, todos andan de blanco, pero vienen personas vestidas de forma extraña a sentarse al lado y le hacen sonidos con la boca, pero muchos lloran cuando lo hacen, traen flores de colores distintos todas las semanas, ¿Será este el cielo?Estos demonios vienen semana a semana a interrumpir con sus llantos nuestra calma, por suerte que a mí me tienen protegido y no dejan que nadie se acerque, sólo una vez sentí un miedo escalofriante, rasgar mis paredes, los llantos extremos de un niño se golpeaban contra mi puerta, puerta que no sé porque está ahí si nunca he salido, ¿afuera habrá de los mismos personajes que lloran?, de repente mesiento tan lejano a ellos, porque tengo los ojos secos sin lágrimas; pobre niño, el era especial, lloraba en un solo nombre; hacía chocar sus palabras contra la pared, gritaba “papá”, quizás era distinto, se me pararon los pelos de los brazos. Tengo Frío, me siento extraño, ¿Porqué siento haber conocido esa voz? ¿Será un compañero? .
Me encanta ese color verde fuerte de los arboles que cubren eldeambular de mis mascotas vestidas de blanco que veo pasear todos los días; me molesta el ruido que hacen las gallinas voladoras que trepan en mis arboles, a esas deberían apretarle el cogote por las mañanas hasta silenciar su voz.
Estoy ansioso, siento sonar las llaves de mi puerta, ¿Vendrá alguien a llorar? O será de esas mujeres de blanco que nos tocan a todos, con sus peinados graciosos, elpelo estirado, con un cilantro en los dientes amarillos, tienen una voz muy aguda, me molesta. Se está acercando, ¿Por qué me toca el pelo?, me tuerce los brazos, me esta desabrochando algo en la espalda y estira mis brazos, ¿por qué me molesta? Yo no he hecho nada, sólo intento seguir escuchando esa mosca que anda aquí, intento verla, debe ser una mosca albina, no contrasta en el blanco como mispelos.
Le están agarrando el cuello a la gallina nuevamente, pobre gallina, la deben tener aburrida, esa gente está muy loca, pero es raro, hoy la apretaron antes, aún está muy oscuro, veo las estrellas en el vidrio de mi ventana, son unos puntos blancos en lo negro; el otro día vino una mujer con una bebé a ver un ángel que paseaba por debajo de los arboles, con un vestido negro y puntos blancos,zapatos beige, nunca me dio los ojos para saber cómo eran, los ojos son estrellas apagadas, o cada una de nuestras estrellas al nacer se van al cielo, y por eso queda ese punto negro en el centro, es quizás mejor nunca abrir los ojos, no quiero ver qué cosas más he perdido por culpa de esto. No siento a la mosca, mi entorno blanco se está desgarrando, bajo mi hombro hay algo rojo, se está gastandomi asiento.
Las hojas verde se han ido, se las deben haber llevado esas gallinas voladoras, porque ya tampoco las siento, los amigos de blanco ya no caminan por mi cielo, ¿No le gustarán esas hojas amarillas? Debe ser para no pisarlas, sería muy triste que pisaran mi pelo blanco que se mezcla junto con esta placa de espuma con fierros redondos que suben hasta mi cuerpo, presionándome. Dispongo...