Para Dominar La Resistencia

PARA DOMINAR LA RESISTENCIA
Guía Práctica de terapia familiar
Carol M. Anderson
Y Susan Stewart

Amorrortu editores

1.- Resistencia
“Lo que más teme la gente es dar un paso nuevo, pronunciar una palabra nueva” Fedor Dostoievski.

Introducción
La resistencia al cambio en general, y la resistencia a ser influido en particular, aparecen en toda ocasión en que las circunstancias requierende individuos, grupos o sistemas un cambio de su conducta habitual. Salvo que una evidencia abrumadora los persuada sin dilación de que un cambio de conducta es indispensable o beneficioso.
Puesto que su oficio es promover el cambio, los psicoterapeutas tropiezan de continuo con resistencias. Por ser tan universal la resistencia, los terapeutas deben aprender a esperarla y superarla,prescindiendo de su orientación teórica o de la modalidad terapéutica que practiquen. Ellos sienten la resistencia como algo personal. Aunque sepan que es previsible, cuando se encuentran con ella se frustran, se desconciertan y hasta rechazan abiertamente a sus pacientes.
La resistencia que experimenta el terapeuta familiar es particularmente intensa. Siento que la mayoría de las familias se presentan conun miembro sintomático, los otros miembros pueden no percibir el sentido del compromiso de toda la familia o temer que el pedido de participar suponga que el terapeuta los acusa de las dificultades del miembro problema.
Los terapeutas deben aprende a no personalizar esas evasiones o ataques. En particular deben comprender que sólo rara vez la resistencia se relaciona con sus cualidades comoterapeutas; forma parte de una resistencia al cambio, que es universal y natural, y una resistencia a ser influido, que tiene muchas funciones positivas. La resistencia puede ser una señal de salud y buen juicio.

Breve historia de la resistencia y de la cura
Sigmund Freud pronto descubrió que pacientes que le demandaban el alivio de sus males se resistían a revelar sus pensamientos ysentimientos, se resistían a sus interpretaciones y se resistían a examinar su relación con él.
La resistencia: goza de buena salud y vive bajo otro nombre
Wilson y Evans (1977) sostienen que en la terapia conductista se puede afirmar que existe resistencia si ocurre uno de estos dos fenómenos: que los terapeutas provoquen fuerte antipatía en los pacientes, o que no consigan de estos determinadasrespuestas. En ambos casos sugieren un proceso más gradual de ajuste de la conducta para hacer frente a esas resistencias. Mahoney (1974) es uno de los pocos conductistas que tratan específicamente la resistencia a ser influido por el terapeuta; la llama “contracontrol” por que el paciente actúa en la dirección contraria a la contingencia establecida.
Si los pacientes obtienen beneficios secundarios de sussíntomas, se puede dar una explicación racional para la resistencia al cambio.
Para la mayoría de los conductistas no se trata de resistencia sino de ausencia de refuerzos o de falta de competencia por parte de los terapeutas.
Los teraeutas cognitivos parecen conceptualizar la resistencia como “cogniciones negativas” acerca de la terapia. Sostienen que los terapeutas deben prestar mucha tencióna los propios enunciados del paciente acerca de la terapia, atendiendo cuidadosamente a comentarios como “ esto no dará resultado” o “la terapia nunca sirvió”.
La terapia familiar: en busca de una teoría de la resistencia
La falta de enunciados claros acerca de la resistencia en la mayoría de las escuelas de terapia familiar parece estar relacionada con dos circunstancias: la naturalezaiconoclasta del movimiento de terapia familiar y la dificultad de transformar el concepto original de resistencia en un concepto pertinente para el tratamiento de sistemas familiares.
Boszormenyi-Nagy Y Ulrich (1981) describen la resistencia con términos analíticos clásicos.
“No es menor la resistencia encontrada aquí que en el abordaje psicoanalítico. Evitación, negación, represión, disociación,...