parafrasis de paula 1

CBT N° 2 José Ma. Velasco
Temascalcingo
Paula
Paráfrasis Isabel Allende
La leyenda comienza a inicios del siglo pasado, cuando un marinero llego a las costas de chile quellego a comprar tuerras cerca de la capital que al pasar de los años fue valiendo masisieron manciones casaron a sus hijas con crioyos ricos.
Para mí esta pareja fueron siempre el Tata y la Memé. De sus hijos sólo mi madre interesa en esta historia. Mi madre nació entre dos guerras mundiales un día de primavera en los años veinte, , con fama de ser la más bella que se había visto en esa familia demujeres enigmáticas.
Desde la pubertad tuvo varios, que su padre mantenía a la distancia y su madre analizaba con sus naipes del Tarot, hasta que los coqueteos inocentes terminaron con la llegada a su destino de un hombre talentoso y equívoco, quien desplazó sin esfuerzo a los demás rivales.
Fue tu abuelo Tomás, que desapareció en la bruma, y lo menciono sólo porque llevas algo de su sangre,Paula,se le atribuía un pasado oscuro, circulaban rumores de que pertenecía a la Masonería, y que mantenía oculto un hijo bastardo, pero nada de eso podía esgrimir el Tata para disuadir a su hija.
Cada mañana recorro los pasillos del sexto piso a la caza del especialista para indagar nuevos detalles. Ese hombre tiene tu vida en sus manos y no confío en él. Parece más interesado en hilvanar lasestadísticas de su computadora y las fórmulas de su laboratorio, que en tu cuerpo crucificado sobre esta cama.. Bien, si es así sólo cabe esperar. Si tú resistes, Paula, yo también.
Cuando despiertes tendremos meses, tal vez años para pegar los trozos rotos de tu pasado; por ahora te contaré de mí y de otros miembros de esta familia a la cual las dos pertenecemos, Hoy es 8 de enero de 1992. En un díacomo hoy, hace once años José Miguel Bautista Botello técnico en informática comencé en Caracas una carta para despedirme de mi abuelo, que agonizaba con un siglo de lucha a la espalda.. Yo no podía regresar a Chile y no era el caso molestarlo con el teléfono que tanto lo fastidiaba, para decirle que se fuera tranquilo porque nada seperdería del tesoro de anécdotas que me contó a lo largo de nuestra amistad, yo nada había olvidado. Poco después el viejo murió, Al final del año se habían juntado quinientas páginas y comprendí que eso ya no era una carta, entonces anuncié a la familia que había escrito un libro.
Se inclinó sobre su hermana y la besó en la frente, ella abrió los ojos y por un momento pareció fijarle la mirada.¡Paula, Paula! murmuró mientras le corrían lágrimas por la cara.
Ernesto pudo quedarse en California sólo por cuatro días y debió volar de vuelta a su trabajo.
Me puse en contacto con un sector de la Iglesia Católica que en cierta forma me reconcilió con la religión, de la cual me había alejado por completo hacía quince años
Tenía un buen amigo, psicólogo sin trabajo que se ganaba la vida comofotógrafo
y a través de él se enteró de las atrocidades que se cometían en el país; varias veces se expuso por ayudar a otros. En paseos secretos al Cerro San Cristóbal, donde pensábamos que nadie podía oírnos, me contaba las noticias. En algunas ocasiones colaboré con él y en otras debí actuar sol. Muchos de mis amigos partieron al extranjero, algunos desaparecieron y nadie volvió a mencionarlos. Amediados de 1975 la represión se había perfeccionado y yo caí víctima de mi propio terror.
Eso nos dio la idea de instalarnos en Venezuela, supusimos que era un país verde y generoso, donde contábamos podíamos quedarnos por un tiempo, hasta que cambiara la situación en Chile. Al día siguiente me embarqué sola rumbo a Venezuela. No sabía que no volvería a ver a mi abuelo. Pasé las formalidades del...