Paramilitarismo En Colombia

BY CÉSAR TENORIO TORO
LICENCIADO LENGUAS EXTRANJERSA
PROFESIONAL ESTUDIOS POLÍTICOS
UNIVRESIDAD DEL VALLE
CALI - COLOMBIA

Paramilitarismo: ascenso de una élite política apolítica.

El hombre público es una persona que cotidianamente construye la tierra sin abandonar el cielo

Historia del paramilitarismo en Colombia y sus precursores

En el periodo presidencial de Andrés Pastrana sedio en Colombia quizá el intento mas serio de gobierno alguno en nuestro país al “dialogar” con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en la búsqueda de un cese sino definitivo, por lo menos a largo plazo de las hostilidades armadas que desangraban al país en todos los aspectos internos como externos y que por ende amenazaban el Estado de derecho y una democracia solida establecida desdela constitución de 1991. Se quería acabar la guerra entre los dos ejércitos más fuertes del país[1] y de paso, evitar una posible guerra civil de una vez por todas; en un Estado de derecho afectado por 4 violencias: las guerras civiles del siglo XIX, las violencias interpartidistas entre 1946 y 1953, la violencia bélica insurreccional a partir de 1963 hasta hoy, y la violencia ligada a laparapolitica a partir de 2002.

Con un historial sangriento, Colombia se destaca por la permanencia de la violencia como forma cuasi-única de manejo de conflictos, por las características guerreristas y autoritarias de sus presidentes y lideres políticos y en especial, por la evidente ausencia de reflexión critica de la sociedad, la principal protagonista en esta historia de terror y represión porparte del Estado y su innegable incapacidad de ejercer el monopolio exclusivo y excluyente de la legitima coerción, de la tributación, y de la justicia. En ese laboratorio del señor Pastrana, en el que el Estado colombiano era un Estado “inconcluso” incapaz de imponer las normas, se creía que el accionar de la guerrilla debía traspasar las limitantes de la vía armada y mas bien, reflexionar y analizarlos objetivos de la guerra en una Colombia pre-moderna inmersa en un mundo moderno. No se divisaba siquiera la creación de las convivir, pero si el desencantamiento de la movilización popular por el Estado así como por las guerrillas “salvadoras”. En la opción negociada, Pastrana despejó territorios y le abrió al país una esperanza única de pacificación cuyo objetivo principal era la soluciónnegociada de la guerra y la consecuente reactivación de la economía. Ya nadie creía, ya nadie cree.

Ni el Estado, ni las guerrillas y mucho menos el paramilitarismo han elaborado un cuerpo doctrinario de lo que debe ser la sociedad colombiana, ni del papel a desempeñar en un mundo moderno, sino que se rigen aun por las viejas concepciones de Estado del siglo XIX “la crisis actual no podrá tenersolución en el marco tradicional de negociaciones y con actores que tratan hoy como ayer de hacer validos sus puntos de vista y sus concepciones de la política y de la sociedad que nos parecen limitados y fuente de graves consecuencias a largo plazo” (Vélez. Pastrana, la ciudad y la guerra). La intromisión y justificación estadounidense de invasión pareciera ser hoy día parte del discurso ideológicode las guerrillas y los paramilitares: “la guerra de ocupación rápida, multilateral y eficaz para restablecer la plena vigencia de los derechos humanos en completa desprotección por un Estado semi-colapsado” (Vélez. Pastrana, la ciudad y la guerra). Si de negociación se habla, no habrá entonces negociación estatal con Uribe acompañado de medidas neoliberales, así como no hubo negociacióngubernamental con Pastrana acompañado de inversión social. La inversión social exige financiamiento interno o externo, algo con lo que Pastrana no contaba. El sector interno comprendido por los sectores económicos tendría que ponerse al día con la inmensa deuda de justicia social adquirida por años y el sector externo comprendido por el BID, el FMI entre otros que han impuesto un manejo claramente...