Pareto
Lo anterior,me parece hasta cierto punto una apertura en las visiones sociológicas hasta entonces, pues por fin se pone sobre la mesa este tema que tan cuidadosamente se había hecho a un lado en occidente. Decualquier modo, noto en Pareto una incomodidad al respecto. Al parecer, lo anterior es algo que el acepta, pero que no le gusta, o que quisiera cambiar con su método sociológico.
En contraposición aesto, me pregunto constantemente qué pasaría si, o más bien si sería posible, construir un proceder o un camino que permitiera comprender, primero al Hombre y luego a la sociedad, sin la separacióncuerpo-razón. Al respecto, pienso la mayor parte de mis días sin una meta a la vista. Si bien, pienso que el proceder occidental completo se ha fundado sobre esta distinción hecha por cierto pensar encierto momento, pienso también que ésta se ha enraizado de tal forma en el núcleo Occidental, que no sería posible ya deshacernos de ella sin deshacernos del sistema completo.
Por otro lado, yparalelo a lo anterior, me pregunto también, y no con menos urgencia, sobre las posibilidades de supervivencia sana de un polo cultural que ha excluido de forma tan tajante uno de sus más íntimoscomponentes: aquello que le permite continuar existiendo, aquello que, en términos heideggerianos nos da el arraigo al mundo.
Así, reconozco en la cotidianidad este intento que Pareto nota, por parte de los...
Regístrate para leer el documento completo.