Participación en delitos funcionarios

PARTICIPACIÓN EN DELITOS FUNCIONARIOS

Como suele ocurrir en el ámbito del Derecho Penal, las mayores discusiones se generan al momento de aplicar las distintas categorías y diversos principios de la Dogmática a cada uno de los tipos previstos y sancionados en la Legislación Penal vigente en un tiempo y espacio determinados.
En este sentido, los delitos cometidos por funcionarios públicos enel desempeño de sus cargos no son la excepción. En efecto, y de la simple lectura de los textos existentes en la materia, ya sean manuales de carácter general u otras obras como las analizadas para la confección del presente informe, resulta evidente que en lo que respecta a estos delitos no se ha zanjado la discusión sobre la forma en que deben ser tratados los autores y partícipes, en lo quedice relación con aquellos que no ostentan la calidad de empleado público.
Sin embargo, y previo a tal discusión, debe tenerse en consideración cuál es la naturaleza de los delitos en estudio, lo que implica introducirse en un ámbito que también está lejos de haber encontrado consenso en la doctrina, tanto nacional como extranjera.
En el texto “Delitos contra la Función Pública”, los DoctoresRodríguez Collao y Ossandón Widow señalan que “La gran mayoría de los delitos que atentan contra la función pública se configuran como delitos especiales, esto es, delitos en los que se requiere que concurra una calidad especial en el sujeto activo que ejecuta la conducta…”.[1]
Esto proviene de la clasificación de los delitos en comunes y especiales. De acuerdo con ésta, los delitos comunes -correspondientes a la generalidad de los tipos etiquetados en el Código Penal - se definen como aquellos que pueden ser cometidos por cualquiera, no requiriendo la presencia en el sujeto activo de ninguna característica o cualidad para poder llevar a efecto la conducta respectiva. En los delitos especiales, por el contrario, se restringe el círculo de posibles autores, dada una serie de elementosexigidos por el tipo. Estos delitos a su vez se clasifican en delitos especiales propios e impropios. Los especiales propios, según Gonzalo Quintero Olivares, corresponden a aquellos en que “la cualidad del sujeto es determinante para la existencia del delito, de tal forma que, faltando la misma, el hecho sería atípico”,[2] por lo que en ellos no hay correspondencia alguna con un delito común,consistente en el mismo hecho pero cometido por una persona carente de la calidad exigida, a diferencia de lo que ocurre en los delitos especiales impropios, donde sí existe un tipo básico con respecto al cual la calidad personal de sujeto activo representaría una mera calificación del tipo o agravación del disvalor de la acción según la postura que se mantenga.
Esta distinción encuentra su seno yexplicación en la llamada teoría del dominio del hecho, según la cual, y a partir del finalismo welzeliano, es autor quien domina la realización del hecho y partícipe todo aquel que sin dominarla hace alguna aportación para su realización.
Llegadas a este punto, las diversas teorías atingentes hacen un análisis sobre la eventual comunicabilidad o incomunicabilidad de la calidad de funcionariopúblico que ostenta el autor, para llegar así a distintas soluciones sobre la forma en que debe ser sancionado el partícipe extraño, si es que corresponde su sanción.
Así las cosas, y partiendo de la base que en nuestro Ordenamiento no existe norma que resuelva el asunto de manera definitiva y que a la fecha sólo se ha legislado respecto de las circunstancias modificatorias de responsabilidad penal,imponiéndose el principio de incomunicabilidad de las mismas, en cuanto sean de índole personal, de acuerdo al artículo 64 del Código Penal, algunos autores se han decantado por plantear asimismo un régimen de Incomunicabilidad de todos los elementos subjetivos y calidades personales integrantes del tipo, fundamentalmente por aplicación analógica de dicha disposición. Esta es la doctrina...