Pastorela
De: Sergio Guillermo Roman Del Real
Centro De Apoyo Pastoral
Diócesis De Cuautitlán
|PERSONAJES: |
|María y José ||
|Ángel | |
|Abdón |Un pastor viejo, enojón y taciturno, usa una rústica muleta a la |
| |que siempre manifiesta un gran cariño. |
|Yael |Esposa de Abdón. Se nota que loquiere y que no hace mucho caso de|
| |sus enojos. |
|Matatías |Pastor, compañero de Abdón en edad, es su amigo. |
|Jaruel |Pastor jovencito. |
|Josebá |Pastora joven.|
|DINA |Pastora joven. |
|Cascarrabias |Demonio de los enojones. |
PRIMER ACTO
Escena nocturna en los campos de Belén, al fondo puede ponerse la gruta del nacimiento que se iluminará en el momento oportuno.
En torno a una fogata secalientan y platican los pastores, mientras Abdón, el pastor cojo, se ha sentado lejos de los pastores platicando con su muleta y acariciándola con ternura.
Yael se acerca a su marido con algo de comida en las manos.
YAEL: Abdón, esposo mío, te he traído este alimento caliente para que comas, has trabajado muy duro hoy y no has probado bocado.
ABDON: Gracias, Yael, te lo agradezco. (toma elrecipiente y lo deja a un lado ante la mirada desaprobadora de su esposa).
YAEL: ¿Por qué no te reúnes con nosotros? Hace frío, te calentarás.
ABDON: Gracias, el frío que yo tengo no se quita con lumbre. Déjame en paz y regresa con tus pastores, te han de estar extrañando.
YAEL: Por favor, Abdón, deja ya tu soledad.
ABDON: Y tú deja ya de molestarme. Déjame en paz.; ¡Lárgate! (Le arrojael recipiente con comida mientras Yael escapa llorosa y se reúne con los demás pastores).
MATATIAS: ¿Otra vez de mal humor? Déjame hablar con él.
YAEL: No, por favor, Matatías, déjalo; yo ya estoy acostumbrada.
MATATIAS: (Poniéndose de pie) Me va a oír ese amargado. No es justo que desquite su genio contigo. Ya quisiera tener una esposa tan buena como tú.
YAEL: Siéntate por favor, mibuen amigo. Soy una tonta al llorar, yo se que él me quiere pero tú mejor que nadie conoces el motivo de su amargura.
MATATIAS: (Sentándose desanimado) Así es, y nada puedo hacer. Nadie puede hacer nada. Sólo Dios es capaz de cambiarle ese terco corazón lleno de resentimientos. Sólo Dios con su gran poder.
DINA: ¿Tú sabes por qué es así?
YAEL: Sí. El lo sabe muy bien y será mejor que se loscuente para que no juzguen al cojo Abdón tan duramente.
JARUEL: Cuenta, Matatías, yo he escuchado en el pueblo algo de su historia pero no comprendo por qué se llenó de amargura y por qué no quiere a nadie más que a esa muleta a la que demuestra todo su amor.
JOSEBA: Pues yo sólo se que es un hombre enojón al que todos le tenemos mucho miedo.
MATATIAS: No hay mucho que contar, queridaJosebá, pero ciertamente es mejor que conozcas su historia para que comprendas mejor a ese hombre al que tú, desde pequeña, has considerado como malo.
DINA: Y yo también. Con decirte que mi madre me decía que si no me portaba bien me iba a llevar el Cojo Abdón.
MATATIAS: Pues ese Cojo Abdón, querida Diana, hace muchos años fue uno de los hijos más hermoso de Israel, gallardo, arrogante,...
Regístrate para leer el documento completo.