Pensadora

El ahorro, la semilla de la riqueza

Ileana Martínez Moreno


El ahorro, la semilla de la riqueza
Sí. Fue la primera palabra que reflejaron nuestras miradas al cruzarse, después que la profesora de Economía nos dijese sobre escribir el ensayo; al parecer, fue lo único que nos hizo recordar lo que meses atrás habíamos planeado minuciosamente.
Era un día de clases normal, cuando de repenteuna de nosotras decide motivar y entusiasmar a las demás para empezar lo que nosotras llamamos: “El ahorro millonario”; al principio fue un poco difícil explicar en qué consistía pero luego de unos minutos fue imposible controlarnos y dejar de sentirnos capaces de lograrlo; nació entre nosotras un optimismo y radicalismo casi que imparable. Deberían ser seis meses en que nos sacrificaríamos dedarnos gustos o privarnos de satisfacer necesidades de adolescentes, solo necesitábamos comenzar con $50 pesos y así cada día irle agregando a la cantidad anterior la misma y aunque llegaba a una cifra bastante alta en ese momento todo lo veíamos posible. Pasó una semana y a pesar de dificultades y más logramos el objetivo de la primera, a la segunda semana ya disminuimos un poco, excusándonos enque habíamos tenido que invertir y gastar en cosas importantes, a la tercera ya fue mucho menor el esfuerzo que cada una hizo, y con mucha vergüenza nos toca reconocer que a la cuarta semana a todas se nos había olvidado nuestro compromiso.
Meses más tarde, al escuchar la propuesta de la docente, fue en lo que primero pensamos, inconscientemente gritábamos en silencio: ¡¿cómo vamos a hablar sobreel ahorro sino fuimos capaces de cumplir nuestro objetivo?! Reconocimos sin excusas que nos había faltado más dedicación y disciplina, pero obviamente esto no fue un impedimento, al contrario fue lo que nos impulsó para arriesgarnos a investigar, averiguar e indagar, por qué se nos es tan difícil ahorrar.
Generalmente cuando escuchamos la palabra: Ahorrar, siempre tendemos a pensar en unsacrificio innecesario, en tiempo despilfarrado y dinero desperdiciado; pero hemos dejado a un lado las buenas razones y excelentes beneficios que esto conlleva.
Todos en algún momento nos hemos visto implicados en este hecho; unos ahorran dinero, a otros les gusta ahorrar tiempo, algunos sentimientos, otros cuantos prefieren ahorrar fuerzas, recursos, palabras, comida, miradas, entre otras cosas.Desde hace miles de años podemos ver como se implementa este método, la historia registra muchos casos en que se vio implicado el ahorro, desde Aristóteles, que como filosofo prefirió escribir en vez de hablar, ahorró palabras y quizá también la parte incomoda del rechazo o admiración que vio caracterizada en su maestro; pasando por el ejemplo de Jesús, que al finalizar la alimentación de los cincomil, registrada en la Biblia, pidió a sus discípulos recoger lo que había sobrado para que no se perdiese nada; y llegando a hoy en día, en donde todos buscan las promociones en los supermercados, las mamás los precios bajos en los productos y los empleadores lo más económico en los que prestan el servicio. Sería injusto juzgar a quienes no lo hacen, porque vivimos en una sociedad en quelamentablemente predomina el consumo, en donde las personas nos endeudamos más de nuestra capacidad de pago, y en donde preferimos descuidar las necesidades prioritarias, y suplir vanidades innecesarias.
En nuestra vida diaria, lo único que recibimos y percibimos son los mensajes de consumo que nos lanzan la televisión, la radio, la prensa, las redes sociales y hasta la mayoría de pancartas queobservamos mientras vamos en el bus de regreso a casa. Son esos los momentos en que nacen los sueños de tener lo mejor, de llevar lo último en tecnología y lo nuevo en ropa sin importar las consecuencias.
Debido al alto nivel de consumismo, los agentes económicos empiezan una vida crediticia, para conseguir bienes y servicios, y no miden su capacidad de pago. Un ejemplo claro, es que en nuestro país las...