Pep 2004
La revisión de la evolución histórica de la educación preescolar, los cambios sociales y culturales, los avances en el conocimiento acerca del desarrollo y el aprendizaje infantil y, enparticular, el establecimiento de su carácter obligatorio, permiten constatar el reconocimiento social de la importancia de este nivel educativo.
Este reconocimiento confirma las tesis reivindicadashistóricamente por generaciones de educadoras que pugnaron por establecer y extender este servicio educativo para los niños más pequeños.
De este modo –aunque falta mucho trecho por recorrer–paulatinamente se ha ido superando una visión que minimiza la función de la educación preescolar al considerarla como un espacio de cuidado y entretenimiento de los niños, 3 carente de metas y contenidoseducativos valiosos, o bien como un nivel exclusivamente propedéutico. 4 La eficacia formativa de cualquier nivel educativo depende de múltiples condiciones y factores como la organización y elfuncionamiento de la escuela, el apoyo y las demandas del sistema hacia los planteles escolares; sin embargo, las prácticas educativas y, en particular, las formas de trabajo y relación con el grupo ocupan unlugar central. En la configuración de las prácticas educativas influyen tanto el programa educativo como las concepciones explícitas o implícitas que las educadoras tienen acerca de los niños, de cómoson y cómo aprenden, la importancia que atribuyen a tal o cual meta educativa, el estilo y las habilidades docentes, entre otros elementos.
Actualmente, en la educación preescolar –como en cualquierotro nivel educativo– se observa una amplia variedad de prácticas educativas. Hay muchos casos en que la educadora pone en práctica estrategias innovadoras, para atender a las preguntas de sus alumnosy lograr su participación en la búsqueda de respuestas; para despertar su interés por resolver problemas referentes al mundo social y natural, o para aprender reflexivamente reglas de la convivencia...
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