Pericles y aristofanes

Era una tarde de verano estival, el rumor del viento danzaba entre los huertos de la villa. Unos pasos lentos, espantaron el silencio que dormitaba junto a la fuente, que proveía de agua las gárgolasque guindaban de la boca de un Dios desconocido. La voz resonó desde el fondo del salón.

ARISTOFANES._ ¿Cuántos coros de jilgueros tengo que escuchar para animar mis oídos?
PERICLES._ Esverano Señor.
ARISTOFANES._ Ya lo se, no soy tan viejo como para no recordarlo.
PERICLES._ Ésta noche se estrenara su obra “Lisistrata”, esperemos que asista Señor.
ARISTOFANES._ ¡Vaya! Once comediasescribí y a todas asistí, pero a ésta no ire.
PERICLES._ Debería Señor, su público estará ansioso de verlo, usted es un maestro entre los maestros.
ARISTOFANES._ Eres buen político Pericles, perotus adulaciones déjaselas a los dioses y a sus glorias.
PERICLES._ Señor, mis manifestaciones de aprecio no tratan de convencerlo de algo que no desee hacer.
ARISTOFANES._ Esta bien, tu ganas,pero no ire. Recuerda que mis comedias siempre levantan comentarios displicentes y malsanos y no quiero verme afectado por ellos.
PERICLES._ ¿Ha que te teme?
ARISTOFANES._ En mis obras siempre hadominado una especie de fantasía carnavalesca, eso que algunos llaman humor disparatado y muchos se sienten aludidos, ¿me entiendes?
PERICLES._ Señor, es lo que menos importa. Imagínese si hubierapensado como usted durante todo el tiempo que estuve al frente de la ciudad de Atenas, en época de paz, la goberné con moderación y velé por ella con seguridad. Durante mi mandato la ciudad llegó a serla más poderosa; una vez que la guerra estalló, le puedo asegurar que también en aquellas circunstancias quede claro que había previsto mi potencia, a pesar del riesgo que mi vida corría, nunca dejede hacer lo que pensaba era lo mejor, sin prestar atención al resto, solo así se hace historia personal Señor.
ARISTOFANES._ (sonríe). Vamos a la gruta necesito refrescar mis pies, el calor me...