Periodismo web, la fábrica del “fast information"

Es un hecho que como periodista tenemos una labor muy importante dentro de la sociedad, la de analizar y comprender la realidad que nos rodea y sus actores, esto con el fin de comunicar los sucesos de forma tal que generemos consciencia en las masas cobijados bajo los principios de verdad y objetividad.

Sin embargo, esto se queda corto ante la situación que como profesionales vivimos día adía frente a medios que te marcan una línea editorial que en ocasiones depende de sus “amistades”, convenios ya sea a favor o en contra del gobierno (actualmente más a favor que en contra) o bien, de lo que más les deje dinero.

Es así que bajo la amenaza de que “nada ni nadie en este mundo es indispensable”, los (ir)responsables de dirigir (dueños) dicha “verdad” someten bajo un yugo de coerciónpsicológica el idealismo de los más jóvenes periodistas que no habrían reparado en buscar hasta lo más bajo del estiércol para develar un hecho que no solo les afecte directamente, sino lo más importante: que es de interés público.

Desafortunadamente, este cáncer invade diariamente las redacciones de todo el mundo, reduciendo a algunas mentes brillantes no a todas (puesto a que algunosperiodistas aún conservan un poco de dignidad), a unos simples entes tipo “zombies” cuyo único propósito es el responder a las “exigencias” de sus jefes y cumplir con lo necesariamente requerido para conservar su trabajo.

En este círculo vicioso es de notar la insatisfacción e inconformidad que reluce en los rostros de quienes finalmente aceptan su condición de “textoservidores” o simples lectores denoticias que abandonaron sus sueños dejando a un lado la calidad del trabajo, el instinto reporteril, el olfato y la pasión de la profesión a cambio de unas cuantas monedas, puesto que él mismo se ha devaluado. Ya lo decía Kapuscinski, es preferible centrar las miras en la calidad antes que el dinero.

“Yo la neta no puedo renunciar porque tengo tres hijos que mantener y pues no puedo dejar asícomo así el trabajo, tú ahora sí puedes”, me comentaba una ex compañera de trabajo cuando le decía que ya estaba hasta la madre de ser explotada y de trabajar más de 12 horas por los mismos tres pesos bajo la promesa de un puesto que nunca llegó, porque claro, en esta profesión tienes horario de entrada pero no de salida (esto es entendible en casos excepcionales, no ¡diario!).

Esta reflexiónproveniente de una mujer de 40 años, con un horario de 12:00 a 22:00 (dos horas de comida) de domingo a jueves, que tardaba hasta dos horas para trasladarse de Ecatepec hasta el DF, con un sueldo de 10 mil pesos al mes y sin ninguna oportunidad de crecimiento (al menos dentro de la misma empresa), me pareció tan patética y mediocre que aún retumba en mi cabeza como un recordatorio de lo que espero nollegar a reducirme en la vida y mi profesión. Una situación que Bourdieu retrato bien al hablar sobre la “coerción económica” (ensayo Sobre la Televisión) que uno mismo se aplica, ya sea por necesidad, bajo conocimiento de causa o por obligación de la misma empresa.

Al final los medios en general, radio, televisión e internet, ya no ven a los reporteros como un elemento de gran valor eimportancia por ser quienes pueden llegar a los recovecos más profundos por su hambre voraz de descubrir lo más macabro de un hecho o información para que el mundo conozca la verdad; ahora son una herramienta para generar ganancias bajo la producción de “fast information”, rápida de digerir pero sin ningún nutriente que alimente la mente., lo que finalmente nos da como resultado una sociedad desinformadaque vota por un candidato a la Presidencia de México “solo por guapo”.

Aunado a esto, generación tras generación salen nuevos periodistas que en su afán por “aprender” y hacerse de un lugar dentro de algún medio de comunicación (ya ni siquiera de su agrado o al que alguna vez aspiraron), son capaces de realizar trabajos de tres personas o hasta más personas a cambio de míseros sueldos, esto...