Peron Peron Que Grande Sos
Pero esto no es todo, en la misma oportunidad el mandatario señaló que: “en cuanto a la organización, no puede nadie negar que nuestro pueblo estaba totalmente desorganizado. Las fuerzas naturales de la organización (…) no se habían realizado en nuestro pueblo, sinoalrededor de círculos o intereses que no es lo racional para la organización de una Nación y menos de un Pueblo. El Estado estaba total y absolutamente desorganizado como consecuencia de haber mantenido una vieja organización que pudo haber respondido hace cien años pero que ahora ya no respondía a las necesidades del momento y menos en una época inminentemente técnica en la organización, en laadministración, y en el gobierno. (...) Hubo que organizar el gobierno y después el estado Frente a ese problema se presentó, como previo a todo, organizar el gobierno; después organizar el Estado” .
A Perón no lo seducían las ideologías entendidas como formulaciones teóricas de pretendida validez universal sin un anclaje comprobado en la realidad concreta. Prefería conformar una doctrinarealizable que, inclusive, pudiera lograr cierta armonía entre opuestos . Las condiciones históricas descriptas, sumadas a su propia experiencia y formación, llevaron a Perón a concebir a las doctrinas como “exposiciones sintéticas de grandes líneas de orientación”, que representan “en sí, y en su propia síntesis, solamente el enunciado de innumerables problemas; pero la solución de esos problemas,realizada por el examen analítico de los mismos, no puede formar cuerpo en esa doctrina sin que constituya toda una teoría de la doctrina misma” .
Para el conductor del justicialismo, una doctrina sin la teoría que la fundamente resultaba incompleta, pero una teoría que no contemplara realizaciones concretas resultaba inútil. El círculo para él cerraba de forma tal, que la teoría se enseñaba, ladoctrina se inculcaba, y el desafío consistía en llevar a ambas a la práctica. La realidad nutre a la teoría, y la teoría nutre a la realidad.
En ese orden de ideas, puede decirse que el entonces presidente se sitúa dentro de aquellos que sostienen que toda doctrina presupone de un fundamento anterior de orden filosófico, el que a la vez por su núcleo de conexidad con la realidad, viabilizaintervenciones plausibles y eficaces. Cabe entonces establecer una claro paralelismo entre tal formulación y aquella máxima jauretchena que se planteaba partir un interrogante que engloba dos alternativas: ¿especular sobre razones o razonar sobre realidades?
Ambos, entonces, se inclinan por la segunda opción, es decir, la que vincula intrínsecamente la actividad cognoscente e intelectiva delsujeto con una realidad exterior. Esta mirada filosófico–política distancia a Perón de aquella concepción iluminista tan característica de las élites intelectuales de la época, ideología que para autores como Fermín Chávez, fue exportada por Europa y aceptada a libro cerrado por nuestras academias. Para el autor, el iluminismo constituyó una verdadera ideología a-histórica de la dependencia, que...
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