Pitágoras

Su padre era Mnesarco, un hombre alto y corpulento, no demasiado guapo, de tez morena, cabello oscuro y ojos de color verde claro, comerciante fenicio, natural de la ciudad de Tiro.
Su madre era Pitaide, una guapísima mujer griega, natural de la ciudad de Samos. Así pues, por las venas de Pitágoras corría la sangre fenicia de su padre y la sangre griega de su madre.
Empezaré por contaros,antes que nada, lo que ocurrió en torno a su nacimiento, puesto que resultó ya una premonición en toda regla.
Resultó que Mnesarco, su padre, se encontraba, por aquel entonces, comerciando junto al Golfo de Corinto, en compañía de su esposa Pitaide. En raras ocasiones acompañaba Pitaide a su marido, pero aquella fue una de las pocas excepciones. Aprovechando que realizaban negocios por aquellazona, decidieron acudir al famoso oráculo de Delfos, que se halla muy próximo, a fin de consultar sobre su inminente viaje por mar, de regreso, hasta Samos. La pitonisa les vaticinó, en aquella consulta, que el viaje se realizaría sin ningún contratiempo: los días resultarían soleados y muy agradables y, además, los vientos soplarían favorables.
Mi suegra Pitaide, se encontraba embarazada, perotodavía no era evidente ya que sólo estaba de dos meses. Pues bien, sin ellos haberlo solicitado, la pitonisa del oráculo también les vaticinó que su hijo sería un varón y que además destacaría por su sabiduría sobre todos los hombres que habían existido.
Mnesarco pensó que aquello era un verdadero vaticinio de los dioses, pues la pitonisa no podía saber que su mujer estaba embarazada, y porquetampoco ellos habían acudido allí para consultar al oráculo sobre su hijo, sino que habían ido para preguntar sobre su próximo viaje por mar. En aquel preciso momento, fue cuando Mnesarco y Pitaide decidieron que pondrían por nombre, a su futuro hijo, Pitágoras, como la suma de “Pítica” (sacerdotisa) y “agorera” (adivina).
De todos estos maravillosos acontecimientos, que me serían relatadosposteriormente por sus padres, partía la especial predilección que Pitágoras tuvo siempre por el oráculo de Delfos, así como también por el dios Apolo, a quien está dedicado el oráculo, y también por una de sus sacerdotisas llamaba Temistoclea. Era una mujer muy sabia, que dedicaba muchas horas del día a la especulación matemática y filosófica, y por todo ello era la sacerdotisa de Delfos preferida dePitágoras. Algunas de las ideas de Temistoclea fueron analizadas y desarrolladas por el propio Pitágoras, quien incluso las utilizó posteriormente como base para construir alguna de sus propias teorías matemáticas.
Pues bien, como os decía, mis suegros, llegaron sin ningún contratiempo a la isla de Samos, efectivamente, tal y como les había predicho el oráculo, después de un viaje muy placentero.Durante las siguientes semanas, Mnesarco realizó varios negocios por la región, en ciudades próximas a Samos, tales como Éfeso o Mileto. Debieron resultarle muy provechosos aquellos negocios, pues mucho después todavía recordaba que le habían proporcionado unos suculentos beneficios. Allí, en Samos, era donde Mnesarco y Pitaide tenían su hogar y donde residía habitualmente la familia, junto con susdos hijos mayores. Contaban en la ciudad con muchos familiares y también numerosos amigos, pues era allí en Samos, donde Pitaide había nacido y crecido.
Pitaide no olvidaría jamás aquel parto de Pitágoras, su tercer hijo. Como sabéis, cada olimpiada está compuesta por un total de cuatro años consecutivos. Durante el cuarto y último de éstos años, se celebran las competiciones correspondientes alos juegos olímpicos, sirviendo los tres años anteriores para la preparación y el entrenamiento de los atletas. Pues bien, estaba a punto de finalizar el cuatrienio correspondiente a la Olimpiada número 50 (año 576 a.C.), y correspondía entonces celebrar los juegos. Por aquellos días, los heraldos, comenzaron a proclamar la conocida “tregua general sagrada”, la ley que obliga a poner fin a...