Pizarra digital
Lejos, muy lejos, quedaban aquellos pizarrines, principales protagonistas de los entrañables recuerdos escolares de nuestros abuelos.Lejos, algo lejos, quedan ya nuestros entrañables y no tan entrañables recuerdos de nuestras pizarras de tiza. La nueva pizarra digital interactiva ya empieza a ser una piezafundamental y común en muchas aulas. Sólo necesitamos un ordenador, un videoproyector y una pizarra blanca o pantalla, para ofrecer a los niños toda una fuente inagotable de recursoseducativos, y una verdadera ventana al mundo.
Mediante esta pizarra, que en otro tiempo podríamos haber considerado de ficción, se puede presentar digitalmentecualquier contenido de forma amena, e incluso, interactuar con él, mediante el teclado del ordenador, el ratón, un lápiz digital, o simplemente con el dedo. Con ella, las clases deGeometría ya no volverán a ser las mismas: las figuras pueden colorearse con un solo click, podemos añadirles movimiento, e incluso visualizarlas en 3D. Por si fuera poco, podemosacceder a Internet desde la misma ventana y aprovechar programas educativos relacionados con el tema tratado. Y, si a algún niño no le ha dado tiempo de copiar la interminablesolución de un problema, no hay motivo para preocuparse: toda la información queda guardada en un archivo al que se puede acceder en cualquier momento de forma rápida y sencilla.A un solo golpe de click, tendremos mapas interactivos de todo tipo y características, que animarán las clases de Geografía. Los profesores de Lenguas Extranjeras notendrán que cargar con los reproductores de cd o vídeo: desde la pizarra digital, se podrán reproducir los tan temidos 'listenings', o visualizar cualquier archivo de vídeo.
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