planeamiento

Modelos de ciudadanía y actores sociales durante los noventa
Maristella Svampa
15 de abril de 2004
Aunque en los últimos tiempos me llaman para hablar de los movimientos
sociales, en este caso yo pensé que lo más acertado era abordar una problemática
igualmente importante, relacionada con las modelos de ciudadanía que se consolidaron
durante la década de los noventa.
En todo caso, lapregunta sobre la ciudadanía hoy nos interpela muy
fuertemente como sociedad, a raíz de grandes cambios que ha habido en la Argentina
en las últimas décadas. A 20 años de democracia, esta pregunta nos confronta con una
realidad negativa, aquella que señala el despojo y conculcación de derechos sociales
sufridos por una parte importante de la población. Por ello mismo, a partir de esta
realidad,nos proponemos dar cuenta de los modelos y figuras de ciudadanía realmente
existentes, que a diferencia de modelos anteriores, involucran una renuncia a una
definición más universalista de los derechos.
En realidad, uno debería comenzar por decir que en la Argentina nunca hubo
un modelo de ciudadanía efectivamente universalista, pues el modelo de ciudadanía
realmente existente tenía seriasfalencias. Si uno mira el escenario latinoamericano es
aun más inquietante. Las teorizaciones desarrolladas en los años 60 en América Latina
acerca de la existencia de la marginalidad ilustraron a cabalidad este déficit estructural
de ciudadanía. La tesis sobre la marginalidad, sostenida por Nun y Quijano, entre
otros, sostiene que en las sociedades latinoamericanas los individuos han dependidomucho menos de los mecanismos de integración sistémica (definidos a partir de la
intervención reguladora del estado o a partir de su inclusión a través del mercado) y
más, mucho más, a través de las redes de solidaridad y de sobrevivencia generados a
partir de los propios contextos de pobreza. Así, las sociedades latinoamericanas han
estado tradicionalmente caracterizadas por formas deintegración y exclusión
sumamente diferenciadas,

lo cual ha dado lugar a emergencias a formas de

ciudadanía “con geometría variable”, como afirma un colega, Jaime Márques Pereira.
Ahora bien, una vez dicho esto, es necesario matizar el diagnóstico respecto de
nuestro país, pues desde una perspectiva histórico social, el caso argentino resulta una

excepción, ya que se trata de uno de los pocospaíses latinoamericanos que tuvo una
sociedad salarial, para utilizar el término de Robert Castell, es decir, una sociedad
donde existían sectores integrados a través del trabajo, que gozaron de derechos
laborales, protección laboral y estabilidad. Nos referimos, claro está, a aquello que se
dio en llamar el “modelo peronista”, modelo que estaba lejos de poder dar cuenta
de un accesoigualitario a los derechos sociales, pero que sin duda conllevó la
integración de amplios sectores sociales, no sólo de las clases medias, sino también,
sobre todo, de las clases populares. Es cierto que la sociedad argentina estaba lejos de
ser la ilustración de un modelo de sociedad desarrollada, y mucho menos la
encarnación de la justicia social, pero sin duda era un país recorrido por una lógicamás igualitaria, con fronteras sociales menos rígidas y jerárquicas que las actuales.
Así, el pasaje a un nuevo modelo societal significo la transformación de las
pautas de exclusión e integración, caracterizada por una dinámica de polarización que
multiplicó las desigualdades sociales y aumentó, como es conocido por todos, las
distancias sociales. Ello generó una nueva cartografía de lasociedad argentina, que
muestra de un lado una franja de ganadores representados no sólo por los actores
que pertenecen a los grandes grupos económicos, sino también por una nueva clase
de servicios, compuesta por sectores gerenciales y profesionales, que se acoplaron
exitosamente a las nuevas estructuras; del otro lado, la nueva dinámica generó un
conglomerado de perdedores, conformado por...