Pobreza en el mundo
Una objeción más radical a quienes niegan el deber de asistenciaes la tesis de las «acciones negativas» formulada por algunos autores (p. ej., Harris, 1 980). Esta tesis se basa en cuestionar la significación moral de la distinción establecida a menudo entre«hacer» y «dejar que suceda». Si es malo matar a una persona, es decir, causarle la muerte, ¿qué tiene de diferente dejarle morir, es decir no actuar para evitar la muerte, cuando pudimos haber intervenido(p. ej., enviando un cheque a un organismo que lo utiliza para salvar vidas)?; ¿no es nuestra inhibición parte de la cadena causal que determinó la muerte de esa persona? Si aceptamos un enfoquesemejante (también expuesto en el artículo 17, «La deontología contemporánea», y en el artículo 25, «La eutanasia»), obviamente el dejar sufrir a las personas parecería, desde el punto de vista moral,equivalente a un -si no una forma de- «daño» hacia éstas. Nuestra inhibición refleja nuestras prioridades, por ejemplo nuestra preferencia a gastar dinero en otras cosas o a ahorrarlo. Así, en últimainstancia nuestro estilo de vida constituye una causa (negativa) de la existencia de la pobreza.
Si bien esta quiebra de la distinción entre acto y omisión es algo exagerada (vuelvo más adelante...
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