pobreza
Estamos habituados a la miseria de los demás, la digerimos y procesamos como parte del paisaje. En ese espacio “del otro lado de la línea” suceden desde la muerte de miembros de lacomunidad Qom; el dormir a la intemperie de los sin techo; los jóvenes sin destino vagando por las calles sumidos en pesadillas de droga barata, agresivos, sin contención frente a la inacción de la policíay la pasividad de los servicios sociales. Se repiten de manera exponencial rituales de políticos haciendo puestas en escenas sobre la pobreza, prometiendo terminar con ella; líderes religiososargumentando que la pobreza dignifica y garantiza el camino al paraíso y académicos proponiendo salidas que sólo son racionalizaciones vanas.
Para la mayoría de nuestros conciudadanos, la pobreza sólodespierta indiferencia, ocasionalmente compasión e incluso repulsión. Desde la perspectiva de los propios pobres, la humillación continua es la característica más relevante que autodefine su situación. Lamirada despectiva, compasiva o indiferente siempre es sentida como subestimación y ataca la dignidad. En contraposición, circula un mito que culpabiliza de la pobreza a los propios pobres, señalandoque se trata de “vagos” y “ quedados”, y que la sociedad abre todas las puertas a todos y sin barreras de entrada. Cuando nos corremos del otro lado del cristal vemos qué impide el acceso: el...
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