podologia
Muchas veces quisiera quitar de mi mente todos esos recuerdos y que se borraran de mi memoria los pensamientos. Perocomo una maldición llegan siempre y te veo así, encorvada ante la batea de ropa sucia. Nunca te vi descansar. Estabas siempre buscando trabajo, ayudando a todos, cuidando y cuidando muchachos. Cuando tesentabas -las pocas veces que lo hacías- estabas pensativa, preocupada. No fuiste cariñosa con nosotros, no nos besabas casi nunca, ni cuando íbamos para la escuela, ni cuando íbamos a dormir. Tufunción era hacer la comida, buscar, pedir prestado y que no faltara aunque fuera un pedazo de pan. Lavar, planchar, limpiar. Trabajar, trabajar, eso, sólo eso. ¡Ah!, y adorarlo a él…
¿Por qué memostraste esa imagen, mamá Luisa? ¿Por qué no me enseñaste que la vida no era eso: ropa sucia, cacerolas, pañales meados y biberones? ¿Por qué no me dijiste que había otro mundo para una mujer? ¿Por qué nome enseñaste que tampoco era éste, el que escogí: el de hoteles, bares, luces, alcohol y sexo sin amor? Podías haberme dicho que mi cuerpo era para otra cosa y no para llenarlo de bocas y manos ajenasy viajeras.
Claro, para ti no había más compañía que la de mi padre, ese mezquino y taimado mentiroso, que nunca llegaste a conocer como yo. Como lo conocí “aquella tarde”… Desde entonces no pudovolver a mirarme a los ojos. Ni siquiera puedo precisar cuántos años yo tenía, ocho o diez quizás, pero para el caso era lo mismo. Él no esperaba que yo regresara tan temprano de la escuela, entré al...
Regístrate para leer el documento completo.