poema



Elegía al indio.


Como pajarito, en jaula,
Exhibieron su grandeza
Ya no cantó a sus legiones
Sus melodías de guerra...

Ya que los peninsulares,Que eran “padres de la patria”,
Le cortaron, sin juicio ni compasión
A su líder la cabeza.

Quedó pues, independiente
Como lección tremebunda
Aquel que a gloriosa tumbaLlevarían sin cabeza

Los legendarios nonualcos
Quedaron descabezados;
Su líder, su rey amado,
Ya no podría pelear.

Que cosa que sin cabeza,
Quedó siempre su ideal,
En los miles decabezas,
Que se quieren liberar.

Se dio lujo esa cabeza
De portar con realeza
La corona de la virgen
Quien admiró su proeza.

Pero los peninsulares,
no perdonan sus ofensas
Lecortaron la cabeza
Y él, no les pidió el perdón.

Once años han pasado
del veintiuno al treinta y dos
Cuando los indios Monuelos
Se preparan a pelear.

Me imagino, que hasta aquí,Ya lograron discernir
Que sobre Anastasio Aquino,
Eslo que quiero decir

José Ricardo Matamoros.
Santa Tecla, septiembre de 2005.










“A las pistolas y a los las balas se le acaban
Pero a mi machete el filo no se le acaba.”Irene Najarro , una mujer humilde del pueblo de Apaneca.
Que cuando se llevaron a sus hijo a matarlos.
Durante la guerra

“Tus senos blancos
Como la harina
Que tantas veces falta
En la mesade los niños pobres”
Carlos Alfonso Velis

La fiesta

Ante mis ojos: Las colinas y el Eucario de doña Virginia (Que en paz descanse)
Seyergue como queriéndole tocar el vientre a las estrellas....
El viento y sus arenas golpeando mis pupilas, y, un pueblo reprimido
Que despierta en noviembre para secar sus penas con el viento......