Poema
¿De qué me servirá el aprendizaje de las palabras que usó a diario para cantar sus mares y susespadas, la serena amistad quebrantada, que me encierra en los libros y en las cosas comunes, los hábitos, las costumbres, el cariño intenso y los abrazos queperdí y que tanto he anhelado revivir en tantos meses, la sombra de la ausencia de eso tan valioso que ya no tiene sentido recordar con nostalgia, la nocheintemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo. Ya el cántaro se quiebra sobre los espejos, y ya aquellos ojos han podidosoñar, pero la sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo sé… lo has escuchado antes y tal vez no quieras oírlo una vez más… las palabras se diluyen en pequeñascosas que guardo para no sentirme culpable, pero ellas no pueden refugiarse tanto tiempo en el mismo lugar; en la espera y la memoria, la pavura de vivir en losucesivo. Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar. Tú cerraste alguna puerta y mi ventana te guarda en vano pues entre todas tus memorias una se ha perdidoirreparablemente; no te veré retornar a aquella fuente que refleja la luna amarilla, no volverá tu voz a repetir las palabras que extraño y que quizás jamás volverása decir, mientras en mi mente desearé no recordar aquellas inolvidables cosas.
“El nombre de una mujer me delata. Me duele una mujer en todo el cuerpo”.
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