poemas
La tristeza es mi sangre,
Y a su vera mi vena,
Donde mora de pena,
donde muere de hambre.
Hambre y melancolía,
de que la luna esté llena,
de amoríos yalegrías,
soy el príncipe de la dulce pena,
Un beso es donde tu terminas,
Y un abrazo tuyo mi abrigo.
Tú boca donde allí germina,
Mi delirio y mi muerte
Si es contigo.
De la luz soyel desterrado,
tortuoso monólogo con la muerte,
llanto fúnebre del alumnado.
Lloro lascivia, lloro mi suerte.
Lascivia demente de sacrílegos besos,
dulce amargura del paria caído.
Tusangre es perfume, que una vez olido,
hacen que ebrios recorran tu cuerpo
mis labios, de tu palidez presos,
de tu juventud heridos.
Mi cuerpo en mi ataúd te espera,
hecho de tristeza, sexo ymadera.
Tintado con la sangre de un río,
de tu lado oscuro, de tu rincón sombrío.
Todavía tiene mi tumba impregnada
el olor de tus últimos besos.
Todavía llora mi almohada tu ausencia, porque te tiene tan lejos…,
que invoco tu nombre y aúllo a la luna:
‘Soy la inmundicia, el que solo te llena.
Soy el que soy, tu Príncipe, el de la Dulce Pena’.
Escucha mi jadeo que en tu cuellose aloja.
¿Luz o tinieblas? Que tu alma escoja.
El diablo tararea
canciones susurradas al oído.
Blasfema caricia, aunque vea
mi muerte con cada latido.
Canta poemas de lúgubres versos, acerca su boca y la pega a la mía.
Su aliento está muerto, sus labios son tersos,
me jura tristeza y melancolía.
Corrompe mi cuerpo con un solo beso.
Su cuerpo es de hembra, de hombre susexo.
El diablo me canta a menudo un lamento
de noches eternas cuando hay luna llena.
Y cuando me toma y me usa, le cuento
que me traiga el infierno, mi dulce condena.
Señor de la inmundicia, Príncipe de la Dulce Pena,
mi sangre me acaricia.
Hoy soy tuyo, hay luna llena
Ven, recuéstate en mi soledad
la amargura te acariciará
ven, y dale otra oportunidad
a la fría oscuridad. ...
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