Pol tica progresiva de la seguridad
Los niveles de violencia y delincuencia en la región, hacen, efectivamente, al
tema de la seguridad ciudadana como una realidad alarmanteque es necesario
atender, pero mediante acciones integrales que minimicen los factores
desencadenantes de la inseguridad ciudadana y que promuevan un liderazgo
integral einstitucional de las fuerzas políticas progresistas, capaz de tener en
cuenta las demandas sectoriales, territoriales, espaciales,
simbólicas y culturales que generen cada vez másresponsabilidad y garanticen
las libertades ciudadanas.
Con el fin de la guerra fría y el advenimiento de una nueva ola democrática (que
tuvo como puntos de partida: el fin de lasdictaduras militares latinoamericanas y
la apertura de las transiciones políticas), la América Central inicia formalmente el
camino para la búsqueda de un nuevo esquema de la seguridad.En esta nueva
etapa de construcción democrática, el primer paso en el tratamiento de los
problemas de la seguridad fue la búsqueda de la subordinación de los aparatos castrenses alas autoridades civiles; este aspecto era fundamental para asegurar
el establecimiento firme de la democracia como régimen político predominante en
la región. La gran expectativade las sociedades centroamericanas se centró en
la construcción de la democracia como un aspecto clave para atender las causas
estructurales del conflicto y la confrontación:pobreza, exclusión y represión. Sin
embargo, en la medida en que la construcción de la democracia se ha limitado a
los aspectos estrictamente formales y no han logrado responder aesas causas
estructurales, la seguridad ciudadana se ha venido deteriorando aceleradamente
y se expresa más que todo como violencia social.
Política regresiva de la seguridad
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