Posmodernidad



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Este breve texto está dividido en dos partes. Primero se ahonda en las condiciones e influencias de la posmodernidad, así como del supuesto camino que condujo a la cultura occidental a esta época, una especie de texto que reúne tanto opiniones como falacias de autoridad pero que bien sí pretenden ilustrar seriamente a pesar de lo asistemático. La segunda parte, la posmoderna, es un intentoposmoderno por exponer la posmodernidad: un esbozo que pretende superar el metarrelato que implica exponer la posmodernidad desde la posmodernidad: un texto sin línea que parte, conscientemente, desde la voluntad y no de la razón.

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Para comprender las diversas épocas históricas, creo, es necesario remitirnos a los signos que apuntalan los síntomas generales del hombre insertado en su respectivaépoca. Tales signos que fungen como paradigma para indagar la condición, en este caso posmoderna, son los hechos culturales. La condición posmoderna puede ser rastreada en las obras que apuntan el desencanto por los metarrelatos, hecho propio que describe la posmodernidad, como señala Lyotard en La condición posmoderna. Puedo ilustrar mi anterior conjetura mediante las obras de Andy Warhol y ladifusión del objeto de arte; por las obras de Paul Feyerabend, el crecimiento y fe del esoterismo y la incredulidad de un método científico en el ámbito epistemológico; Soda Stereo, Nacha Pop o Lady Gaga en la música; Las Vegas, Nevada; PETA y McDonald’s
Sin embargo, exentando las características propias de las instituciones históricas como la caída de los ídolos políticos, la aceleración de laindustria por el suplemento tecnológico aunado a la masificación y el consumo efímero y vertiginoso, el síntoma, el meollo de la condición, es el absurdo existencial derivado de clave posmoderna: el relativismo. Es por ello que pretendo desde el absurdo derivado del relativismo así como de la decadente noción de libertad anclar el sentir de la condición posmoderna. Supongo paradigmático el autordesencantado y psicologista, que si bien puede no corresponder a la época posmoderna como señalan los cánones académicos, sí da pie a reflexionar, si no detalladamente como Lipovetsky en La era del vacío, la condición humana tras el fallo de la razón.
El hombre, conscientemente o no, es azotado infatigablemente por el absurdo existencial. Así como he señalado sobre la importancia de los símbolosculturales para revelar una época, me remito a plantear brevemente los síntomas posmodernos que ya se vislumbraban en los textos de Albert Camus. Como bien plantea Camus, el hombre de nuestra época, el hombre absurdo, anhela certeza sobre todas las cosas (el Big bang, el origen de la vida, su quehacer en el mundo), y reconoce que sólo puede tener la certeza de lo absurdo. Puede haber, quizás, unsignificado en la vida, pero no hay manera de saber lo que de hecho significa. El hombre absurdo quiere vivir sólo con lo que puede estar seguro.
El absurdo es, entonces, como bien apunta Albert Camus en El mito de Sísifo, el conflicto entre la razón humana y un universo irracional. Así pues, el hombre absurdo está obligado a mantener la conciencia de este conflicto dentro de él, sin tratar de superarla.Camus identifica, con todo, tres consecuencias de tratar de vivir con el absurdo: la revuelta, la libertad, y la pasión. La que me importa a continuación es la libertad. Y es que podemos decir: ¡viva! ¡Eduquémonos para ser libres! Pero, después de eso, ¿qué? ¿Para qué queremos ser libres? ¿Qué haremos con esa libertad?
Muchos creeríamos que no hay más alternativa que el suicidio. Camus se oponefirmemente a la idea de que una aceptación adecuada del absurdo implica el suicidio. Por el contrario, sugiere convertir nuestra falta de sentido en una rebelión contra el absurdo y el carácter definitivo de la muerte que nos espera.
Cabe, ahora bien, preguntarnos directamente por la libertad. Por lo general, vivimos con la idea de la libertad. Por ejemplo, que somos libres de tomar nuestras...