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Capítulo 1: Presencias indeseadas.
POV BELLA:
Era una asombrosa y lucida mañana de finales del verano en la ciudad de Miami, el calor siempre estaba presente en la vida diaria de los habitantes de Florida quienes derrochaban dinero en excesos y lujos banales que no le aportaban más que aumento de codicia a sus pobres almas tan fáciles de manejar. Pero había otro tipo de personas que parecíanser la esperanza de la humanidad, aquellos que sin descanso trabajaban duramente y con honestidad para ganarse la vida que se merecían, todos convivían en perfecta armonía, en apariencias. Era finales de Agosto, la mayoría de las instituciones de enseñanza tanto primarias y secundarias como superiores (Por no decir todas) Permanecían cerradas por motivo de las vacaciones, los jóvenes fogosos delos cuales los padres irresponsables no se hacían cargo apreciaban esta época debido a que podían alimentar sus ficciones y hobbies con libertad sin ser reprendidos.
En las urbanizaciones de renombres, dónde suntuosas mansiones que pertenecían a altas personalidades e incluso famosos la animosidad de las vacaciones no aminoraba, la mayoría tomaba sol en sus sillas de extensión esperando que estemismo se ocultase para poder dar rienda suelta a sus deseos y salir a adueñarse de la noche. Era esa la perspectiva de muchos, no la mía, yo en cambio permanecía recluida en mi dorada prisión sin derecho a replicas, yo Isabella Swan era prisionera en mi propia casa mientras mi padre estuviese aquí, la situación me exasperaba pero no deseaba molestar con ideales tontos a una persona tan ocupada comolo era Charles. Tenía el gran consuelo de contar con la presencia y exilio de mi hermano mayor Jasper, por su parte eran sus primeras vacaciones después de culminar sus estudios de leyes en Harvard, el gran orgullo de mi padre. Habíamos elegido destinos diferentes en cuanto a nuestras carreras pero según nuestra nana y empleada fiel Esme quién había asumido prácticamente la tarea de cuidarnosdespués de la muerte de Renee Swan, nuestra madre, ambos estábamos destinados a grandes y brillantes puestos, él sería quizás un ministro mientras yo sería destinada a manejar las empresas de mi padre en el campo de la publicidad, el futuro se mostraba soñador. Un leve golpeteo me sacó de mi ensoñación, deslice suavemente las cortinas de color verde agua para ocultar el sol que se arremolinabaimpaciente por toda mi habitación que ya no poseía ningún rastro de mi infancia dorada, hacía mucho que la adulta se había instalado en el cuerpo de la adolescente y a mis veinte años me podía considerar alguien afortunadamente madura, o remilgada como Jasper decía.
– Bella, tu papá está listo para partir, te espera para despedirse – Anunció Esme en un susurro, casi de inmediato cesé toda actividad ybaje a trompicones por la escalera de mármol, cada escalón era más grande que el anterior dando así la impresión de un canal que se abría cada vez más. Al final de este mi padre, Charles Swan flanqueado por los dos hombres de su más entera confianza y un par de maletas negras me esperaban, de rostro y mirada severa que se suavizaba al ver a alguno de sus dos hijos, encarnaba la autoridad de estacasa y de sus empresas, ni siquiera me importó andar descalza, sentía un profundo respeto por ese hombre y lo adoraba. Mis brazos se enredaron alrededor de su cuello y le abracé con fuerza, hacía mucho que él no me dejaba sola por tanto tiempo, el gesto fue correspondido casi por inercia.
– Isabella por favor…se prudente, llamaré en cuanto llegue a Londrés, Jasper estará contigo en todo momento,cuídate mucho, de todas formas Stephen se quedará a cargo de la seguridad, Te quiero pequeña. – Me plantó un sonoro beso en la frente y se deshizo sin brusquedad de mi abrazo, Jasper y mi indeseada prima Jane aparecieron también para darle su despedida a Charles, y sin mirar atrás este último abandono su hogar. Casi con desanimo me arrastré de nuevo a mi habitación, de colores pasteles y...