Pragmatismo

Nombre: Amalia Sarahi Suazo Izaguirre.
Registro: 1201-1992-00711

El retrato de una pasión

Oscar Wilde tenía 37 años, esposa, dos hijos y un lugar más que privilegiado en el mundo literario.Conoció a Alfred que apenas contaba con 20 anos. Después de haber leído por enésima vez novela recién publicada de Wilde, El retrato de Dorian Gray, Alfred pidió a un amigo común que los llevara a unade estas reuniones para conocer al autor. Wilde noto de inmediato en el apuesto joven de aspecto jovial, áureo y encantador, alter ego de su Dorian Gray: un hombre que jamás perdería la belleza yjuventud, porque los anos y los vicios no estropearían su imagen. Alfred, por su parte, encontraría en Wilde al más caballeroso amigo en el mundo.
La escasa atracción mutua de aquel encuentro se alimentodel gusto que ambos sentían por el placer, el esteticismo y el derroche. Wilde había llegado a la cumbre de su carrera por meritos propios. Con un brillante historial académico, hizo de susexcentricidades en el vestir, sus agudas conferencias y sus escritos, un articulado trampolín desde el cayo con insultante sinceridad victoriana. Sus trabajos eran esperados con ansiedad y le proporcionababuenas rentas. El ocioso joven Alfred, por su parte, descendiente de la nobleza escocesa, creció siempre entre dinero, influencias y una legión de sirvientes. Su padre, el octavo marqués de Queensberry,el belicoso John Sholto Douglas.
Cuando Alfred conoció a Wilde, estudiaba en Oxford, escribía poemas y se encargaba de la edición estudiantil de una revista literaria. Los dos amigos comenzaron aintimar cuando en la primavera de 1892. Wilde se traslado inmediatamente hasta la residencia de Alfred. Empezaron a verse cada vez con más asiduidad en sus respectivas casa y en hoteles, también viajaronjuntos. Wilde no escondía el interés que sentía por Alfred, le pedía que comieran y cenaran con él, le enviaba cartas y regalos. La relación pasaba ahora por un tira y afloja, cada tres meses,...