primavera sound
Con tal aprovechar al máximo, me fui a ver una media hora a Bigott, que estaba en la otra punta, en el escenario Mini y como estaba lleno de gente bailando, pude comprobar a distancia, primero, que multiplica fans como el milagro de los panes y los peces y, segundo, que tiene un directo de infarto por lo que se mueve y por lo que canta. El zaragozano no escatima esfuerzos en animar a supúblico con ese folk-rock tan personal que le erige dentro del panorama musical como un compositor diferente. Bigott no da tregua, dispara su batería de canciones, surrealistas donde las haya, todas en inglés y más bien breves en su duración, pero con muy puntería. Uno no puede decir que no se lo curra. Vamos, que si llego a saber que iba a ser así, me voy al Festival a las 5 de la tarde.
Miprimera apuesta, The Chameleons, tocaban casi a las 19:00, pude colocarme en las primeras filas y salieron con una puntualidad británica, a pesar de que el sol que se dejaba caer, y de cara, no invitaba en absoluto a subirse a ningún escenario para tocar ni cinco acordes, y menos a esta banda, un símbolo post-punk acostumbrado a moverse en ambientes en penumbra. De hecho, la primera vez que vi a TheChameleons al completo, ahora ya sólo quedan dos de sus componentes originarios, fue en los 80’s en la mítica Sala 666, yo era muy muy joven y aquel lugar era muy muy oscuro también, pero su música y el local encajaban perfectamente. En fin, como decía, aquel sol de justicia no frenó a la banda, siendo capaces de poner toda la carne sobre el asador y entregándose a un público, en su mayoría decuarenta y tantos, que estaba allí para aplaudir a una auténtica banda de culto. Disponían de casi una hora para dar un repaso a su repertorio y así lo hicieron con temas como “Don’t fall” y culminando al final con el “Second skin” (incluía salto de su líder, Mark Burgess, al foso para compartir canción con sus seguidores más cercanos). A mi me faltó el “Up the down escalator”, pero confío que lapróxima vez que vengan y, que volveré a verlos, no se lo dejarán en el tintero o lo mismo, prescindieron de ella por esa tendencia algo más rockera que se alejaba algo de aquellos matices electrónicos que les caracterizaba y más, aquel tema en concreto. Sigue quedando patente que en Manchester siempre se ha hecho muy buena música y The Chameleons son una buena prueba, aunque he de decir que nunca seles hizo justicia en su tiempo, que sobrevivieron como pudieron bajo la sombra de The Cure o Joy Division y que sin embargo han ejercido una gran influencia en grupos que han movido a multitudes de seguidores.
Mi segunda apuesta era The Cure, porque estaba convencida de que la ganaría, pero hasta las 22:00 tenía tiempo para seguir curioseando por el Primavera y así hice. Me pasé por San Miguel enel que estaba actuando Rufus Wainwright, pero para mi gusto y por lo que pude ver, que no fue mucho porque he de confesar que me empezó a aburrir un poco, no estuvo muy acertado con su repertorio, si bien es cierto que el despliegue de recursos musicales y de voces, la suya la primera, en el escenario fue importante. No acabé de verlo, sí que pude escuchar algún tema nuevo de su último trabajo...
Regístrate para leer el documento completo.