Profesor

SERVICIOS DE INTELIGENCIA EN MÉXICO

Los esfuerzos por transformar los servicios de inteligencia se vieron afectados cuando, dos años después de haber nombrado a Carrillo Olea director del Cisen, en 1992 el presidente Salinas le pidió que se hiciera responsable de la política federal contra las drogas. En ese momento se vio un cambio de prioridades en el campo de seguridad nacional; en un afánpor combatir al narcotráfico, se debilitó una institución que no había llegado a consolidarse.

Reacción similar a la que se vio en Estados Unidos, Chile, Hungría o Rumania? Entre las posibles explicaciones estaría, primero, que el Cisen y otras organizaciones parecidas no tienen la visibilidad que tuvieron sus homólogas en otros países, gracias a que los gobernantes mexicanos han utilizado lacoerción de manera más selectiva. Segundo, la ignorancia y la impotencia de los diputados de oposición que, al no contar con información suficiente ni conocimientos técnicos sobre la estructura y las funciones de los servicios de inteligencia, concluyeron que no podían o no debían hacer nada. El PAN, por su parte, parece actuar bajo el supuesto de que las reformas sistemáticas -que necesariamenteincluyen a los servicios de inteligencia- no se llevarán a cabo hasta no obtener la victoria en las urnas. Mientras tanto, estos pragmáticos aspirantes al poder evaden el tema que les resulta en particular espinoso y complejo.

Parecería prefigurarse entonces una hipótesis sobre los cambios de régimen: en una transición gradual –es decir, cuando el colapso del viejo régimen no es repentino–lograr la alternancia en el poder se convierte en la prioridad y se dedica poca atención al control de estos grupos. La alternancia puede darse pero la transición se mantiene frágil.

Pasando a otro tema quisiera mencionar la actuación de los servicios de inteligencia y seguridad durante 1994. Lo que hicieron, o dejaron de hacer, me permite discutir otro aspecto de la peculiar transición mexicana.Ese año quedará como uno de los más interesantes de nuestra historia reciente porque, pese a la rebelión en Chiapas, los asesinatos políticos, las elecciones y la devaluación, se mantuvo el gradualismo de la transición.

En ese año, el Cisen cumplió su papel de explicarle la realidad al Presidente y al secretario de Gobernación, pero tuvo cuidado de no hostigar a las fuerzas del cambio. Esterecato fue en parte el resultado de una aceptación de que la situación del país era diferente, lo que valida mi interpretación general: el uso de la violencia y de la coerción han perdido viabilidad por el debilitamiento de algunas instituciones burocráticas, por el interés de actores internacionales y por el surgimiento de nuevas fuerzas sociales. Es precisamente la interacción de estos factores loque abre la posibilidad de que México se democratice aunque se mantiene el riesgo de una reversión autoritaria.

Pese a la incertidumbre, quisiera imprimirle a mis comentarios finales un optimismo moderado. Creo que existen elementos para una transición que incluya una democratización de los servicios de inteligencia. A continuación presento, no sin cierta cautela analítica, algunas de lasrazones que me llevan a considerar que es México enfrenta retos cada vez más complejos y por ende es preciso contar con análisis de inteligencia completos y confiables. Estos deberán ser elaborados por personas altamente especializadas, las cuales no abundan en el mercado de trabajo. La formación de los recursos humanos no depende solamente de los recursos financieros del Cisen (los tiene y enabundancia; sus empleados están entre los mejor pagados de la burocracia federal). Los servicios de inteligencia y seguridad requieren personal capacitado, dedicado y convencido de la responsabilidad que conlleva su labor.

La experiencia de otros países muestra que la legitimidad y legalidad de las actividades de inteligencia son determinantes para hacer atractiva una carrera en una organización de...