Programados para triunfar

Programados para triunfar

En un mundo globalizado, los mercados se amplían por ende las empresas sefusionan, se compran pequeñas y medianas empresas, mismo que se forman grandes grupos corporativos en el mundo. Esto ha permitido el desarrollo económico de muchos países donde se ubican estas empresas,más sin embargo existen otras acciones que no se ven y se manifiesta en el Desarrollo de lasOrganizaciones

Por ello hoy en día las organizaciones y/o grandes corporativos, en pos de estar con lasmejores prácticas, se ve inmerso un constante impulso al desarrollo del talento humano, no sabiendo el trasfondo de la gestión empresarial, encubierto con una ética de negocios o empresarial, por lotanto este ensayo permite descubrir la importancia y trascendental forma de vida y retóricaempresarial, disfrazada como menciona Michela, de la sofística empresarial de ésta nueva ideología.

Pretendoseñalar en forma esquemática lo que piensa el autor y lo que para mi es mi percepción del tema, conllevado de una argumentación en alcance de mi entendimiento.





El trabajo ocupa un lugar central en los factores que nos garantizan seguridad, autonomía, libertad o felicidad personal.Tal es su importancia que, en su ausencia, afloran en la persona ideas como el fracaso o la impotencia, y sentimientos como la depresión o la angustia por ellas mismas o por sus familias.

Otro tanto acontece con su exceso: el estrés o la ansiedad pueden conducir también a graves e indeseables situaciones. Y lo mismo cuando, ni por exceso ni por defecto, el trabajo se realiza en condicionesindignas o indeseables: desde el trabajador quemado hasta el miedo a un riesgo laboral evidente. La relación individual y/o colectiva con el sistema productivo posee una gran influencia en nuestro bienestar.
Consecuentes de su importancia para la vida de tanta gente, un número creciente de gurús del bienestar, tanto de la perspectiva de la empresa como de la persona, orientados tanto a la eficienciaorganizativa como a la felicidad individual, se han lanzado a publicar miles de títulos al año con el (legítimo pero preocupante) objetivo de decirnos cómo deberíamos ser en y con nuestro trabajo para ser más felices.

Según estos gurús: algo estamos haciendo muy mal para que el malestar en el trabajo crezca tan imparable y constantemente, y en nuestras manos está el corregirlo para empezar amejorar y transformar la frustración en éxito. Nuestro es el mérito, como la responsabilidad, de conseguirlo; y por ello nuestro es también el fracaso si no lo logramos.

Este mensaje de personalización e individualización de la responsabilidad es capaz de alcanzar los más elevados extremos. En algunos títulos, desde hace meses entre los más vendidos en España, se propone un ‘si lo creo, lopuedo’ donde, conseguir lo que uno quiera ya no tiene más obstáculo que nuestra propia voluntad: visualizar el éxito equivale automáticamente a lograrlo. Por ello, el fracaso social es consecuencia de una incapacidad individual, de una barrera únicamente personal, de la imposibilidad de cada uno de nosotros para exprimir más de nosotros mismos. Cuando se es un fracasado, y ningún intento de cambiofructifica, sólo queda asumirlo, aceptarlo (o sea, resignarse), y seguir con la vida diaria lo mejor que se pueda.

Más allá de toda evidencia o realidad, ocultando las relaciones laborales, ignorando los factores socioeconómicos, pasando por alto las múltiples dependencias que un trabajo cualquiera tiene con todos los factores que lo hacen posible (desde la estructura del mercado hasta la éticadel empleador), los gurús vuelcan toda la atención en el tú. Curiosamente, las relaciones empleador-empleado desaparecen: la felicidad en el trabajo depende de uno mismo. Los factores socioeconómicos se volatilizan. Las condiciones de vida que a todos nos afectan, como las decisiones políticas en la regulación del sistema bancario o el sistema hipotecario, parecen carecer de cualquier importancia....