Que Deja La Escuela

Algunas vivencias cotidianas de la escuela publica








Esta sociedad vive extremos:
Carencia y abundancia.
La diferencia es:
Unos
Creen que nada merecen,
Otros
que todo les pertenece,
ambos Inconcientes
de la particularidad,
ambos ,
pobres de afecto y atención.






Sería ideal saber que se aprende de los niños, como sería perfecto saber queinteriorizan ellos de los mayores. Esos mocosos algo nos enseñan, cuando nos impresionan, nos hipnotizan sus ojos, sus balbuceos nos sorprenden, los miramientos inquisitivos nos impresionan, ahí están ellos juguetones, imposibles de soportar por momentos, preguntones de fantasías y verdades.


y como dice Serrat:

“Cargan con nuestros dioses y nuestro idioma,
Nuestrosrencores y nuestro provenir.
Por eso nos parece que son de goma
Y que les basta nuestros cuentos para dormir.”- Serrat


Si generalizar cuando se habla de educación y de pedagogía es arriesgado, es más, cuando se construye la educación en el acto cotidiano. Se requiere comprender que ha pasado con nosotros como sujetos a través de la historia, para establecer una relación más armoniosaen el acto común de aprender y enseñar.
Por estas y otras razones, no me propongo escribir teoría, hoy quisiera solamente tratar de vivencias en sectores marginales, reflexionar en el que hacer educativo, para aminorar el dolor infantil que de alguna manera es mi propio dolor. Haber sido mujer y educadora, me ha permitido observar con lente ampliado historias de niños.Éstas no son la generalización de la vida escolar, solo muestras de lo que sucede alrededor de ella, que influyen en el ambiente educativo, se encuentran hoy en un espacio de la memoria y me hacen razonar en el deber ser de las instituciones escolares.


Observar mi infancia, es el cristal que permite ver a los otros. Mi niñez un recuerdo de imágenes recortadas,borrosas, deliciosas unas, otras un tanto amargas, las fotografías familiares son evocaciones de la existencia, lo olvidado en mi memoria, marca de alguna manera mi subjetividad.

Me referiré a lo que pude observar en las aulas o fuera de ellas, que me sobrecogieron y además me han hecho sentir en algunos momentos sin los elementos suficientes y adecuados para iniciar accionespedagógicas que pudieran transformar el acto educativo.

Estos son algunas imágenes observadas alrededor de la escuela:

Estiben de 7 años manaba sangre por la frente, producto de una pedrada proporcionada por un compañero, traté de socorrerlo, lo limpiaba mientras la sangre fluía; Estiben parecía anestesiado e indiferente como si la sangre no le perteneciera, como si el dolorfuera de otro, lo abrace, no fue posible que expresará un gesto de dolor. Le solicite llamar a la mamá, solo atinó a responder: “si me ve así me pega”,

Me impresionó la indiferencia ante su propio dolor, y empecé a observar que algunos niños carecían de un sentimiento llamémoslo “humano”.
¿Qué había sucedido, o les estaba sucediendo a ellos, que había pasado en suslas vidas, como recuperar el alma, la vitalidad, la sensibilidad?

Cuando subía para el barrio, se escuchan las voces que salían de los cuchitriles, a Juan le gritaba la mamá “levántate pues malparidito, a recoger agua que vas a llegar tarde a la escuela”. Mientras otra salía a la puerta y me decía hoy no mando a Maycol a la escuela: no hay comida.

A Catherine en la escuela se lellamó la atención por que le había dicho a la maestra h.p., la niña se ofusca, protesta y dice: “yo no insulte a la Profe, yo le dije fué malparida y eso no es nada”.
Juan de 3º básica primaria le clava el lápiz en el brazo a su compañero por que este le había cogido el sacapuntas.

Tres jóvenes de unos 15 o 16 años llevaban 4 niños de 8 y 9 años amarrados, con las manos atrás para a...