¿Quién quiere aprender?

¿Quién quiere aprender? por Gustavo Alonso*

Introducción Sin perjuicio de lo que expondré más abajo, confieso haberme entusiasmado un poco, al menos por unos segundos, cuando viendo “The Matrix” (la primera de la saga), en la escena llamada “El entrenamiento” -según el menú del DVD-, aquella en la cual Neo (Keanu Reeves), “El Elegido”, recibía clases de Jujitsu, Kung-Fu y hasta “boxeoborracho”, mientras su cuerpo descansaba cómoda y pasivamente en un sillón… Imaginemos por un momento la posibilidad de adquirir conocimientos o nuevas habilidades con tan solo “instalarnos” un programa, sin la necesidad del esfuerzo, dedicación y “pérdida de tiempo” que demanda cualquier proceso de aprendizaje. Fácil, ¿no? Distinto, aunque relacionado, es lo que podemos observar en cualquier aula deuniversidad, por ejemplo, donde en cada examen permanece siempre latente la posibilidad de sorprender a algún alumno mirando la hoja del compañero, cuando no valiéndose de algún “ayuda memoria” (machete, bah, como decimos en Argentina)… O sin referirnos específicamente a las instancias de evaluación, aquellos casos en los que algún alumno parece emular al Neo pasivo del párrafo anterior, esperando deldocente que lo “llene” de conocimientos y sabiduría. Y eso que estamos hablando de la formación profesional, ¿no? Aquella que uno eligió porque le gusta, por vocación o por cualquier otro motivo. Suponíamos, a priori, que esta etapa de formación podía ser afrontada con mayor responsabilidad. La paradoja parece instalada: todos queremos “saber” (o, en el peor de los casos, solo aprobar), pero,aparentemente, resulta mucho más cómodo cuando no se necesita “aprender” para lograrlo. ¿Entonces? Veamos…

La relación alumno-aprendizaje Vaya uno a saber porqué, desde niños comenzamos a vivir las experiencias del jardín de infantes, escuela primaria y secundaria, como algo que no se puede evitar y que, para peor, nos resta tiempo de juegos y esparcimiento. Entonces, generalización mediante, ya poraquellos entonces, casi todo lo que tenía que ver con aprender algo pasaba a recibir una connotación no del todo positiva y a experimentarse como una especie de “carga”. Por otra parte, también el tema de los roles vivenciados debe asumir un papel importante a la hora de explicar la forma en que hoy se da la relación con quienes imparten enseñanza de algún tipo: la posición de autoridad desde lacual nos miraban nuestros primeros maestros, iba a marcar en nosotros la forma en la que debíamos relacionarnos con nuestros futuros “instructores” de allí en más.

No obstante, hoy deberíamos entender que no todo pasa exclusivamente por una relación de autoridad. Otro punto que merece algún análisis tiene que ver con esa pasividad con la que acostumbrábamos recibir los conocimientos que se nosimpartían, entonces, de esa forma, tampoco –como alumnos- podíamos involucrarnos demasiado en el proceso, sino más bien que debíamos sentarnos a “escuchar y aprender”. Con todo esto y algunas otras cosas respecto de las cuales no he hecho referencia, ya podemos comenzar a entender porqué aquello que tiene que ver con aprender no suele verse como una experiencia demasiado apasionante.

Interés ymotivación Por todo lo anterior, observamos hoy que resulta necesario trabajar arduamente en captar el interés de nuestros alumnos, motivarlos e involucrarlos en el proceso, transmitiéndoles, en la medida de lo posible 1, la cercanía o aplicabilidad de los conceptos que se traten, tanto en su ámbito de actividad actual o futura, así como en otros aspectos de su cotidianeidad. Ya aprendimos queconsiderar a los alumnos simplemente como “sacos vacíos” deseosos de ser “llenados” de conocimiento descontextualizado, no parece ser el mejor modelo ni el enfoque más apropiado. En ese sentido, a propósito de la motivación, cuando no se trata de educación formal o de grado o posgrado, el interés por las temáticas involucradas, entiendo, debería despertarse desde el mismo nombre o título del...