Recopilacion De Datos
Dr. Víctor Hugo Martel Vidal
Cada vez que asistimos a una sustentación de tesis, nos preocupa la precariedad académica de muchos de nuestros egresados, este es un problema multivariado, es decir no existe una sola causa y la incidencia de algunos de estos factores es distinta en cada uno de los miembros de las comunidades académicas, lo que resulta incuestionable es que la precariedad laboral que impone una drástica reducción de los recursos económicos impide cualquier proyecto académico, aunque muchos lograron sobreponerse por su esfuerzo individual. Abordaremos otro importante, que parece ser uno de los factores principales y se encuentra dentro del ámbito universitario. Hace algunas décadas atrás, la actividad académica constituía una actividad que otorgaba un estatus especial a sus miembros, quienes se iniciaban en ella, cumplían devotamente con un peregrinaje obligado al viejo mundo, a su retorno eran recibidos en las facultades que los albergaban con una clase magistral de la asignatura que se haría cargo, etc. Es decir era pues un acontecimiento académico, social e institucional. Ingresaban pues a la docencia por la puerta grande, con una expectativa compartida, entre alumnos, docentes y autoridades; había quienes lo hacían con nocturnidad, subrepticiamente, pero eran pocos en comparación con los anteriores. Hoy en día las cosas han variado drásticamente, quienes tienen la suerte de visitar el extranjero, hacen lo posible en quedarse en él, aunque sea desempeñando actividades que no están relacionadas con la actividad académica, y quienes tienen que regresar e ingresan a la docencia lo hacen más con resignación que con optimismo, pues saben o intuyen sobre la precariedad de nuestras instituciones educativas superiores. ¿A qué atribuir este cambio? Una de las razones radica en el deterioro de la actividad académica por parte de los propios miembros de las comunidades, las que se han convertido en feudos de grupos de poder, pandillas y de personas, cuya orientación es muy ajena a la actividad académica: el lucro, o la depredación del patrimonio de las universidades, en esto se parecen mucho las públicas y la privadas.
En ese contexto, la polarización resulta inevitable: Un grupo aunque disperso de alumnos y profesores intentan oponer resistencia a la corrupción cada vez más generalizada, en tanto que otro grupo, más compacto y numeroso crece y lucra a su amparo y protección. Así la actividad académica queda postergada a un quehacer marginal, individual y autodidacta. Quienes logran competencia académica y profesional lo hacen no gracias a las instituciones, sino a pesar de ellas. Presidente de la Academia Peruana de Psicología. De este modo, los pocos docentes que intentan ejercer el liderazgo académico, se encuentran en una condición marginal y pasan completamente desapercibidos, ignorados por la institución, sin llegar a influir en la formación académica profesional de los egresados. Más bien muchos de estos, resultan seducidos y reclutados por la corrupción, asumiendo paradigmas ajenos a la actividad académica. Como se observa en muchas de las universidades públicas. En las privadas, la diferencia no es mucha, ya que la mayor parte de sus profesores son contratados a tiempo parcial, con lo que su presencia en sus centros de trabajo es muy breve, viven bajo el régimen hora dictada, hora pagada. Así tampoco hay disposición para ejercer tutoría, consejería y asesoramiento en los trabajos de investigación conducentes a la sustentación de la tesis, para la obtención del grado o licenciatura. Cada vez que se ...
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