Recuerdos inéditos (g.brenan)

Cuando uno lee al canario Félix Francisco Casanova (1956-1976) e indaga en su breve vida, concluye que la muerte nos despojó de un autor singular e impredecible. Casanova es más poeta que novelista,además de músico: fundó el grupo de rock Hovno (mierda en checo). El don de Vorace, rescatada por la editorial Demipage, es la novela perversa que le hubiese gustado escribir a Jim Morrison. Ajena porcompleto a la escena literaria española de finales de los setenta, años del tardofranquismo e «intensa» literatura social, y escrita en apenas dos semanas, es una sucesión esquizoide deconversaciones, sueños macabros, visiones y escenas de sexo y violencia. Trasunto paródico de El túnel de Ernesto Sábato, el protagonista, Bernardo Vorace, descubre que es inmortal tras varios intentos desuicidio. Los principios morales desaparecen ante la ausencia de la muerte: acaba encarnado al diablo y actuando como tal. El rescate editorial del libro ha recibido gran atención mediática. Se compara aCasanova con Rimbaud o Lautrémont. Asimismo, se le señala como ejemplo de malditismo patrio, ya que en España no poseemos demasiados Rimbaud y los miembros insignes de nuestro club de los poetas muertos,es decir, jóvenes y malditos, son escasos. No quiero restar méritos a la escasa obra de Félix Francisco Casanova: un libro de poemas, La memoria olvidada; un diario íntimo, Yo hubiera o hubiese amado;y la novela El don de Vorace. No quiero restar mérito a la obra del autor que murió por inhalación de monóxido de carbono mientras tomaba un baño –no sabemos si de manera intencionada–, pero El donde Vorace parece adelantarse a los hechos. Reivindico a Félix Francisco Casanova como un autor joven con brotes de genialidad diabólica, pero con algunos defectos acordes con su edad. Su estiloliterario es en numerosas ocasiones sobrecargado, excesivo, desmesurado. Sin embargo, encuentra acomodo fácil, destaca sobremanera, en un mercado editorial que publica miles de «obras maestras» todos los...